La historia comienza en 2019. Edmond Réveil, un antiguo combatiente de la Resistencia de hoy 98 años confiesa un secreto del que se ha convertido en el único dueño.
En la Liberación de Francia, en 1944, su grupo de resistentes de Meymac (Corrèze) mató a 46 soldados alemanes y a una mujer acusada de colaboracionismo. Los cadáveres fueron enterrados en fosas comunes.
Estas informaciones no se hicieron públicas en su momento, pero desencadenaron investigaciones. Y desde el pasado mes de junio, una zona de tres kilómetros cuadrados, designada por el antiguo resistente, es objeto de investigaciones.
Éstas revelaron un cambio en la densidad del suelo y la presencia de objetos metálicos en una pequeña zona donde estaban enterrados los cuerpos.
Serán exhumados este miércoles. A continuación, serán transportados a Marsella para ser examinados, antes de ser devueltos.
Las nuevas búsquedas deberían permitir «exhumar los cuerpos de estos soldados alemanes, olvidados desde hace 80 años en este lugar» y «devolverlos tanto a Alemania como, sobre todo, quizás, a sus familias», explicó Philippe Brugère, alcalde de Meymac.
Según dos asociaciones de veteranos, este suceso ya era conocido. Aparece en varios libros de historia local.
Las excavaciones de otra fosa común cercana, llevadas a cabo por los servicios alemanes en 1967, ya habían desenterrado once cadáveres, que ahora están enterrados en un cementerio militar alemán en Charente-Maritime.
La operación actual, dirigida por la Oficina Nacional de Antiguos Combatientes y Víctimas de Guerra (ONACVG), con el apoyo técnico de la VDK, la organización alemana responsable del mantenimiento de las tumbas de guerra alemanas, durará hasta el 27 de agosto.
RFI