El secretario de Seguridad del Distrito Federal de Brasilia, Anderson Torres, aliado del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, fue destituido de su cargo este domingo, tras la invasiones de bolsonaristas radicales a las sedes del Parlamento, la Presidencia y la Corte Suprema.
«Determiné la destitución del secretario de Seguridad del Distrito Federal, al mismo tiempo que puse en las calles a todos los cuerpos de seguridad, con la determinación de detener y sancionar a los responsables», afirmó el gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, en sus redes sociales.
Rocha también solicitó el apoyo del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió el poder el pasado domingo, y colocó su gabinete a disposición de los poderes federales.
No obstante, Lula determinó por decreto una intervención federal en la capital brasileña que le retira las facultades a Rocha en todo lo concerniente a la seguridad pública y se las otorga al interventor designado, el viceministro de Justicia, Ricardo Capelli Torres acababa de asumir la Secretaría de Seguridad de Brasilia, tras ejercer como ministro de Justicia en los dos últimos años de mandato del Gobierno de Bolsonaro, que dejó el poder el pasado domingo, cuando Lula juró como nuevo jefe de Estado.
Sin embargo, una semana después de asumir como responsable del área de seguridad de Brasilia fue despedido de forma fulminante, ante el caos instalado en la capital brasileña, después de que miles de partidarios radicales de extrema derecha invadieran las sedes del Congreso, el Palacio de Planalto -sede del Gobierno- y el Supremo.
Después de la destitución, la Abogacía General de la Unión (AGU) envió un oficio al magistrado de la Corte Suprema y presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, en el que pide la prisión de Torres y de «todos los agentes públicos responsables por los actos y omisiones».
De igual manera, la AGU solicitó «la adopción de otras medidas cautelares que impidan la práctica de nuevos actos criminales».
Los simpatizantes actuaron ante la aparente connivencia de algunas patrullas de la Policía Militar de Brasilia, que, según videos divulgados por medios locales, se dedicaron a observar desde la distancia e incluso se tomaron fotos del momento con sus celulares.
«El desorden es inconcebible y la falta de respeto a las instituciones es inaceptable. He determinado que todos los miembros de la Policía Militar y de la Civil actúen con firmeza para que se restablezca el orden con la máxima urgencia. El vandalismo se combatirá con el rigor de la ley», manifestaba Torres, mientras ocurrían los graves disturbios.
Torres es un fiel escudero de Bolsonaro y, según el diario O Estado de Sao Paulo, justo después de asumir la Secretaría de Seguridad de Brasilia viajó a Orlando, en Estados Unidos, donde se encuentra actualmente el expresidente brasileño.
En estos momentos, las fuerzas de seguridad trabajan para recuperar el control de la plaza de los Tres Poderes, donde están las sedes de la Presidencia, el Senado, la Cámara de Diputados y la Corte Suprema y que hoy fue tomada por ciertos de manifestantes golpistas vestidos con los colores verde y amarillo de la bandera brasileña.
Algunos de esos radicales, que piden una «intervención» militar que devuelva al poder a Bolsonaro, han agredido a profesionales de los medios de comunicación y a agentes policiales que iban montados a caballo.
EFE