POR TOMAS AQUINO MENDEZ.- Ahora se ve más cerca el “despegue” turístico del Sur. Tenemos que tocarnos, despertar y mirar el futuro.
Al decirnos que en Pedernales tendremos miles de empleos directos e indirectos nos alegra. Todos queremos el desarrollo de la zona. Pero sucede que ese desarrollo requiere personal capacitado, profesionales en diferentes ramas y tendremos mano de obra que excede la oferta de la región.
Eso demanda, además, que obras en proceso, como el proyecto Monte Grande sean concluidas sin dilación. Eso reforzaría el turismo. Garantizaría agua potable y más energía a la zona.
Monte Grande y Pedernales van de la mano. El desarrollo turístico llevará cientos o miles de visitantes a la zona. Van con sus culturas, exigencias, sus buenas y malas costumbres con las que habrá que lidiar. Y eso no es malo.
Pero debemos prepararnos para saber manejar la situación y aprovecharla para bien. Mi preocupación es que, mirando el crecimiento económico con el turismo, no nos estamos preparando para la realidad que nos espera. Debemos comenzar a mirar más allá de la curva, desde ahora.
Que no nos limitemos al simple aspecto mercurial por los muchos recursos a manejar. Pedernales, con sus más de 13 mil habitantes sufrirá grandes cambios y con ella, toda la zona. Los residentes y los que vendrán “por necesidad” a laborar aquí deben educarse para eso y para retener la bonanza que ha de venir.
Desde el más humilde obrero, hasta los más encumbrados empresarios y profesionales de la región, tienen que comenzar un proceso de educación AHORA para que no nos sorprenda el cambio que se avecina. Se anunció hace meses la instalación de una escuela de formación técnica que aún no llega. Queremos y esperamos el desarrollo, Monte Grande y Pedernales son dos metros para el sur.