Ecocidio en Laguna Cabral

POR NARCISO ISA CONDE.- La Laguna Rincón o de Cabral -el re­fugio de vida silvestre y cuerpo de agua dulce “más importante del país”- está “en peligro crítico”, según considera­ciones del Resumen Ejecutivo del In­forme de las Comisiones Ambientales de la UASD y la Academia de Ciencias.

Su desecación “no es un fenómeno natural cíclico, sino el resultado pre­decible de una crisis de gobernan­za hídrica y un colapso de la institu­cionalidad ambiental del Estado.” Está confirmado científicamente que la causa determinante de esa crisis “es la derivación de entre el 80% y el 90% del caudal del río Yaque del Sur en el dique de Santana, para el uso exclusivo del Consor­cio Azucarero Central de Barahona(CAC)”.

Su sobreexplotación “se ve agravada por la obstrucción total y el abandono de­liberado del Canal Trujillo, la princi­pal arteria de alimentación de la lagu­na, cuyo estado de ruina contrasta con el mantenimiento óptimo de la infraestruc­tura que sirve a los intereses del consorcio.”

La principal responsabilidad de esta ca­tástrofe “recae en el Instituto Nacio­nal de Recursos Hidráulicos (INDR­HI)”, entidad que “ha incumplido de manera flagrante su obligación legal”. La deforestación y prácticas agrícolas in­sostenibles, han “reducido la capacidad natural de regulación hídrica del siste­ma, disminuyendo la oferta de agua y au­mentando la carga de sedimentos que afectan las presas y la propia laguna”. Y una nueva amenaza se cierne sobre la región: “la proliferación de conce­siones mineras en las zonas de su cabe­cera, destacando el proyecto Romero de Gold Quest.

La potencial introduc­ción de la minería de oro y cobre a gran es­cala en esta cuenca, ya críticamente estresa­da, representa un riesgo inaceptable que po­dría comprometer de manera irreversible la calidad y cantidad del agua para toda la re­gión Suroeste…constituyendo un ecocidio”.

Ese informe propone un “plan de acción por fases” que incluye medidas de emergen­cia como “la liberación de pulsos de agua para reanimar la laguna, el establecimien­to de un caudal ecológico permanente y la reapertura inmediata del Canal Trujillo.”

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