Estados Unidos presionó la semana pasada al mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, para que cese sus amenazas al proceso electoral de 2022 en Brasil, además de pedirle que no seleccione a la empresa china Huawei para las operaciones de 5G en el país.
Así lo indicó este lunes Juan González, encargado de Latinoamérica en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y que visitó el pasado jueves Brasil dentro de una delegación liderada por Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Durante la reunión con Bolsonaro, Sullivan y González fueron «muy directos a la hora de expresar una gran confianza en la capacidad de las instituciones brasileñas de llevar a cabo unas elecciones libres y justas, con las garantías necesarias para evitar un fraude», explicó.
«Y recalcamos la importancia de no socavar la confianza en ese proceso, especialmente cuando no hay señales de fraude en las elecciones anteriores», añadió González durante una rueda de prensa telefónica.
Brasil vive una crisis institucional debido a la campaña de descrédito de Bolsonaro contra el actual sistema de voto electrónico y contra las autoridades electorales brasileñas, de las que dice que quieren favorecer en los comicios de 2022 al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), favorito en las encuestas.
Sullivan y su delegación fueron «muy francos» sobre ese tema, «particularmente dados algunos de los paralelismos» con la situación vivida en Estados Unidos el año pasado, en el sentido de «denunciar como ‘inválidas’ unas elecciones antes de tiempo», afirmó González.
El funcionario negó, sin embargo, que la delegación hablara expresamente con Bolsonaro sobre el expresidente Donald Trump (2017-2021), que cuestionó el sistema de votación en Estados Unidos antes de las elecciones del pasado noviembre en 2020 y luego denunció sin pruebas un presunto fraude electoral.
Bolsonaro era uno de los principales aliados de Trump en el mundo, y, durante la campaña electoral estadounidense del año pasado, criticó y descalificó abiertamente al ahora presidente Biden.
La reunión del pasado jueves fue un intento de ambos Gobiernos de iniciar un proceso de distensión, aunque Sullivan y González pusieron sobre la mesa otros temas espinosos, como su «preocupación por el posible papel de Huawei en la infraestructura de telecomunicaciones de Brasil».
Advirtieron a Bolsonaro de que Huawei está «teniendo grandes problemas en su cadena de suministro de semiconductores, y eso dejará a sus clientes internacionales varados» o con equipos «de calidad inferior» si China decide «priorizar su despliegue nacional de 5G», indicó González.
Brasil no ha aclarado hasta ahora si aceptará a Huawei como socia de algún grupo en la subasta para sus operaciones de 5G, que debe celebrarse antes de fin de año, pero sí ha indicado que no podrá participar en las operaciones de una red exclusiva para el Gobierno que utilizará esa tecnología.
Sullivan se fue de Brasil sin «ningún compromiso» del Gobierno brasileño en lo relativo a Huawei y la subasta, pero ambos Gobiernos acordaron mantener activo un diálogo sobre el tema, según González.
El funcionario negó, además, los rumores de que Washington podría haber condicionado la permanencia de Brasil como aliado militar estratégico de Estados Unidos fuera de la OTAN a un portazo del país a las aspiraciones de Huawei, e insistió en que «son dos temas separados».
La delegación también presionó a Argentina para que no negocie con Huawei durante su visita el pasado viernes a Buenos Aires, donde se reunieron con el presidente argentino, Alberto Fernández.
EFE