POR MARCOS SANTOS. – Las acusaciones que pesan contra la pastora Rossy Guzmán, son muy graves en todo el sentido de la palabra, y la misma enfrenta sanciones drásticas desde el punto de vista penal.
De hecho, a ella y los demás imputados en el caso Coral, excepto a uno, le impusieron 18 meses de prisión preventiva como medida de coerción.
La opinión pública le ha dado amplio seguimiento a este nuevo escándalo de corrupción, que afecta la institucionalidad de la República, y la salud de la misma.
La cercanía del principal imputado, el mayor general Adán Cáceres Silvestre con el ex presidente Danilo Medina, genera especulaciones y comentarios de todo tipo.
Igualmente, sucede con la pastora.
Muchos cuestionan y al mismo tiempo condenan, el hecho de que una líder de una Iglesia y que predica la palabra de Dios, esté involucrada en un caso de corrupción en contra del Estado dominicano.
Otros tantos, hablan de la doble moral de la imputada.
Y otros, dicen que todas las Iglesias Cristianas son iguales, que a quienes la dirigen, solo les interesa el dinero.
Esto último, es una acusación temeraria y alejada de la verdad.
No todas las Iglesias y congregaciones son iguales.
De hecho, todos no somos iguales.
Si a la pastora Rossy Guzmán, finalmente se le comprueba su responsabilidad penal y es condenada, no debemos llegar a la irresponsable conclusión de generalizar con los demás pastores evangélicos.
Igualmente sucede con los militares.
No todos son corruptos.
Para quien suscribe, una inmensa mayoría de las iglesias cristianas en el país, están conformadas por gente buena, de gran corazón, personas que se dedican a servir a Dios y ayudar a los demás para que también lo hagan.
No debemos generalizar.
No caigamos en el error de muchos que generalizan.
Generalizar es un acto de irresponsabilidad.
Que existen pastores y pastoras, que utilizan la palabra de Dios con fines pecuniarios, claro que sí los hay.
Que las imputaciones en contra de la pastora en el sonado caso Coral, afecta la imagen de las demás iglesias, por supuesto que sí.
Pero nada de lo anterior indica que todas las iglesias, y que todos los pastores evangélicos actúan de la misma manera.
Una inmensa mayoría predican con la verdad.
Y como dice la Palabra de Dios, “La verdad os hará libres”.