El deterioro de la seguridad en Haití debido a la escalada de violencia y la inestabilidad política que vive el territorio, es un tema de preocupación para los actores del ámbito internacional, tal y como informó este lunes el Consejo de Seguridad de la ONU, que también abordó el reiterado llamado del secretario general, Antonio Guterres, de enviar una fuerza internacional, pero sin tomar una medida concreta a corto plazo.
Los miembros del Consejo de Seguridad expresaron su profunda preocupación por el deterioro de la situación humanitaria y de seguridad en Haití», indicó en un comunicado el organismo actualmente presidido por la suiza Pascale Christine Baeriswyl.
Asimismo, condenaron en «los términos más enérgicos el aumento de la violencia, las actividades delictivas y los abusos y las violaciones de los derechos humanos que socavan la paz, la estabilidad y la seguridad de Haití y la región», advirtió el Consejo sin dar una recomendación o una medida concreta para abordar la situación.
La violencia en Haití se ha recrudecido desde la muerte de su presidente Jovenel Moïse , asesinado en la madrugada del 7 de julio de 2021 en su residencia en la capital del país, Puerto Príncipe.
Los secuestros, la violencia sexual y de género, la trata de personas y el contrabando de migrantes, homicidios, ejecuciones extrajudiciales y reclutamiento de niños por grupos armados y redes criminales, son los actos delictivos de los que se hace eco una vez más el Consejo en su declaración más reciente, en la que también pide que «los responsables de estos crímenes atroces sean llevados ante la justicia».
En dicha declaración, los miembros del Consejo también se refirieron al informe emitido el 14 de abril por Antonio Guterres, en el que reiteró su llamado a enviar una fuerza armada internacional especializada no liderada por la ONU para ayudar a la desbordada policía local a restaurar el orden, pero sin todavía dar forma a esta ayuda solicitada por el primer ministro Ariel Henry en octubre pasado.
Sobre celebración de elecciones
La situación política es otro tema que afecta al país, que no ha celebrado elecciones desde 2016 lo que ha provocado que se cuestione la legitimidad de muchos funcionarios, incluido el primer ministro Ariel Henry, quien fue designado solo 48 horas antes del asesinato de Moïse, sin embargo, expertos consideran que la situación actual que vive Haití no permite organizar un proceso electoral seguro.
«Los miembros del Consejo de Seguridad, conscientes de la necesidad de apoyo de seguridad, reafirmaron su llamado a todos los actores políticos para que participen de manera constructiva en negociaciones significativas que permitan la celebración de elecciones legislativas y presidenciales inclusivas, libres, justas, tan pronto como se cumplan las condiciones necesarias», expuso el organismo en la nota publicada el lunes.
El Consejo de Seguridad de la ONU es la única división de la organización que además de recomendaciones a los Gobiernos, puede tomar decisiones y hacer que los miembros la cumplan, sin embargo, la ONU, que ha ofrecido su respaldo a una fuerza internacional que ayude a la policía nacional haitiana en su lucha contra la violencia, ha insistido en que esa fuerza esté lidera por «una o varias» naciones, pero a casi siete meses, los países no se han puesto de acuerdo en cómo responder a la solicitud de Henry.
Grupo de la OEA
La semana pasada el Grupo de Trabajo del Consejo Permanente sobre Haití de la OEA también reflexionó sobre la crisis que afecta al país y la escalada de violencia y su vínculo con los líderes políticos, por lo que instó a los estados miembros a discutir y tomar una decisión para socorrer a la nación caribeña, que a su juicio atraviesa la «crisis más profunda» desde 1987, cuando retornó a la democracia.»La OEA sigue apoyando socios internacionales en la recopilación de información relacionada con delincuentes que financian pandillas y otras actividades ilícitas en Haití, pero se puede y se debe hacer mucho más», advirtió Cristóbal Dupouy, el representante especial de la OEA para Haití.
Aviones para la policía haitiana
La ayuda para Haití ha consistido en sanciones para los políticos y empresarios vinculados con las pandillas, así como ayuda y equipos para eficientizar el trabajo realizado por la Policía Nacional en su lucha contra la violencia.
Este 8 de mayo, el Gobierno de los Estados Unidos envío vehículos blindados de la compañía canadiense Inkas a los policías «para promover sus esfuerzos por mejorar la seguridad y contrarrestar las pandillas», informó la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado de EE.UU. en su cuenta de Twitter.
«Estados Unidos sigue comprometido a apoyar el trabajo de PNH (Policía Nacional de Haití) de proteger y servir al pueblo haitiano», concluye el Twitter.
En octubre pasado, el país recibió cuatro vehículos blindados desde Canadá también para combatir las bandas. Este envío fue el primero de un pedido de 18 tanques que había hecho la policía de Haití al Gobierno canadiense.
Con la nueva entrega suman 12 los artefactos resistentes a minas y protegidos contra emboscadas, que adquiere las autoridades haitianas, que se ven dobladas en números por los pandilleros, según han informado organismos internacionales.
VERONICA ROSARIO NUÑEZ