La carestía obliga a priorizar entre tradición y presupuesto, con alzas en rubros de hasta un 24% respecto al 2023
SANTO DOMINGO.- En cada hogar dominicano, la cena de Nochebuena representa mucho más que un banquete. Es el momento de compartir, de mantener viva una tradición que atraviesa generaciones. Sin embargo, el desafío de costear esta celebración ha crecido significativamente en los últimos años, y el 2024 no es la excepción.
Los precios de los alimentos y bebidas continúan su tendencia al alza, con algunos productos esenciales para la cena navideña mostrando incrementos notables respecto a años anteriores. En la versión actual, el panorama económico obliga a las familias a repensar estrategias de compra y, en muchos casos, a priorizar entre variedad y presupuesto.
Una mirada ampliada, incluyendo productos y costos, en supermercados del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo permite tener una idea aproximada sobre el panorama actual. Según cálculos realizados, preparar una cena navideña en casa (del tipo más conocido) para siete o diez personas podría oscilar entre 11,000 y los 11,800 pesos, lo que representa un aumento de entre 15.7% y 24% respecto a los 9,500 pesos estimados en 2023. Este incremento refleja el impacto de la inflación en productos básicos como la pierna de cerdo, que este año se encuentra a 125 pesos por libra, frente a los 102 pesos del año pasado, y el pollo fresco procesado, que pasó de 88 pesos por libra en 2023 a 105 pesos en 2024. Si bien elCaribe ha querido ofrecer datos estimados sobre la preparación de la cena, siempre el costo definitivo dependerá de lo que esta tenga o no.
Los elementos que componen una cena pueden ser tan amplios, y lo mismo el costo, como decida o pueda la persona que la colocará sobre la mesa. Normalmente, las familias dominicanas ponen sobre su mesa el 24 de diciembre un moro de guandules, pollo horneado, cerdo asado, pastelón, pasteles en hojas, espaguetis, ensalada rusa, telera, manzanas y uvas y algunos colocan varias botellas de vino dulce.
Carmen Méndez, del Ensanche La Fe, expresa su preocupación mientras revisa su lista de compras: “Este año, todo está más caro. Solo para diez personas, ya llevo gastados 17,500 pesos, y eso sin incluir bebidas”. Su experiencia coincide con la de muchos otros compradores.
Sin embargo, Luisa María, residente en Santo Domingo, indica que para preparar la suya, para la misma cantidad que Carmen Méndez, apenas ha gastado 7,550 pesos. Luisa María ha adquirido la mayoría de sus productos en uno de los mercados populares del Instituto Nacional de Estabilización de Precios (Inespre).
Allí la pierna de cerdo cruda cuesta 1,500 pesos, media pierna 850, el saco de arroz selecto de 25 libras cuesta 600 y el de 10 libras 250 pesos. Un pollo cuesta 150 pesos, el cartón de huevos 120 y una telera 50 pesos. En el caso de la malla de papa de 2.5 libras para preparar la ensalada rusa o mixta, su costo es de 65 pesos; la libra de ajo cuesta 100 y la malla de 2.5 libras de cebolla roja a 100 pesos. Los guandules enlatados de 15 onzas a 85 pesos. El vino Cacique Enriquillo de 700 mililitros cuesta 100 pesos
Estas opciones del Inespre son importantes para familias que buscan alternativas más accesibles y que recurren a mercados populares y puntos de venta estatal. Asimismo, los productos importados han sufrido un alza aún mayor debido a las fluctuaciones en el tipo de cambio del año respecto a los anteriores. Las manzanas rojas, por ejemplo, ahora se venden a 65 pesos por libra, comparado con los 40 pesos del año pasado, y las uvas sin semillas han alcanzado los 180 pesos por libra, frente a los 150 pesos de 2023.
Las bebidas y dulces navideños, elementos importantes para muchos, representan un desafío adicional para el bolsillo. Este año, una botella de sidra básica cuesta no menos de 250 pesos, mientras que el champagne más económico empieza en 550 pesos, un 20% más que en 2023. Por otro lado, los tradicionales turrones y panettone también han visto aumentos, con precios desde 250 pesos, en el caso de los panettone.
Estela Mercedes López, ama de casa del sector Los Ríos, asegura que la clave está en planificar con tiempo: “Yo comencé a comprar los ingredientes desde octubre, antes de que subieran más. Este año, aunque gasté un poco más, al menos no me llevé la sorpresa de última hora”, le dice a elCaribe. En fin, lo de hoy para las familias sigue siendo el mismo reto: hacer frente a los aumentos de precios sin renunciar al espíritu de compartir.
MARTIN POLANCO