❝La diferencia entre el capitalismo del libre mercado y el capitalismo de estado es precisamente la diferencia entre, por una parte, la paz, el intercambio voluntario, y, por otra parte, la extorsión violenta.❞. Murray Rothbard Economista e historiador estadounidense 1926–1995
POR BIENVENIDO CHECO.- Desde antes de ganar las elecciones del domingo 3 de noviembre en los Estados Unidos, en la mente de Donald Trump habían firmadas varias órdenes ejecutivas (decretos presidenciales), las cuales vendió como promesa de campaña al electorado estadounidense y estas fueron compradas como tal el «día D» por la mayoría de esa población.
Donald Trump no solo se vendió como un expresidente-candidato, prácticamente lo hacía como un emperador a quien le habían robado el trono (según él le robaron las elecciones del 2020), y por lo tanto él tiene cuentas qué cobrar contra aquellos que cometieron esa osadía.
Obteniendo el resultado ganador, el mismo domingo 3 de noviembre siendo ya presidente electo, al parecer lo menos que le importa son los plazos entre transición y asunción, comienza a emitir declaraciones como jefe de Estado en funciones, amenazando con hacerle esto a aquel, hacerle esto a aquellos, darle esto a aquel y quitarle esto a aquellos.
Ya como presidente en funciones oficialmente, él se siente como aquella frase del libro de Apocalipsis «Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin». Donde el protagonista ❝resalta su carácter divino y eterno, mostrando su autoridad y poder sobre todas las cosas desde el inicio de los tiempos hasta su final❞, se siente intocable, que lo puede cambiar todo sin tener que rendir cuentas, al extremo de tocar enmiendas de la constitución de los Estados Unidos, con una «orden ejecutiva», como la (Enmienda XIV) fue ratificada en 1868, la cual «establece que todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos son ciudadanos de este país», pues este hijo de inmigrantes la quiere eliminar de un PLUMAZO, sir pasar por el Congreso de los Estados Unidos.
Recuperar canal de Panamá
«El Emperador Donald Trump» busca “recuperar” el canal de Panamá, queriendo revertir el acuerdo firmado el 7 de septiembre de 1977, por el presidente Jimmy Carter y el jefe de Gobierno de Panamá, Omar Torrijos, denominado el Tratado Torrijos-Carter, que devolvía a Panamá el control completo de todo el territorio del canal el 31 de diciembre de 1999, el emperador Trump alega que «que las tarifas que Panamá cobraba a los barcos estadounidenses eran “exorbitantes” y violaban los Tratados Torrijos-Carter», afirmando que el canal estaba «cayendo en las manos equivocadas», refiriéndose a China.
Convertir a Canadá en estado 51 de Estados Unidos
Otra de las inverosímiles pretensiones del «El Emperador Donald Trump» , como todo colonizador es lo de convertir a su vecino país del Canadá en un estado más de los Estados Unidos (el 51), es «una idea excelente», a lo que primer ministro canadiense, Justin Trudeau, respondió que no hay «la más mínima posibilidad» de unir a los dos.
Imposición de aranceles como arma extorsiva
Como todo empresario que visualiza todo como un negocio personal, el «El Emperador Donald Trump», usa como arma extorsiva, la imposición de elevados aranceles a todo aquellos países que no se alineen con tal o cual decisión que de manera unilateral quiera implementar en el ámbito de políticas exterior, deportaciones masivas y en todo lo que el cómo todo emperador cree puede imponer y los demás deben aceptar sin objeción, y de paso darle las gracias a él por ser el dueño del mundo, y a Dios por enviar a la tierra a este ser divino.
El «Ciro II el Grande» de la época moderna
Con esta acciones a inicio de este gobierno del «El Emperador Donald Trump», estaría buscando imitar al conquistador Ciro el Grande (600/575 – 530 a. C.) el instaurador de la dinastía aqueménida de Persia (circa 559-530 a. C.) y el fundador del Imperio aqueménida (en persa antiguo: Haxāmanišiya), cuyas conquistas se extendieron por gran parte de Asia y medio oriente con lo que creó el mayor imperio conocido hasta ese momento.
¡Que Dios nos ampare!