Santiago. A cuatro meses y 13 días de haber sido inaugurado, el mercado de Pekín, el centro de acopio de productos agrícolas permanece cerrado y sin una respuesta a los buhoneros que esperan por la entrega de módulos.
El día 16 de noviembre del pasado año, el alcalde Abel Martínez entregó de manera formal el Merca Pekín, en la zona sur, obra en la que se invirtieron 100 millones de pesos y acogería a más de un centenar de buhoneros. Ante la negativa del ayuntamiento a formalizar la entrega, los vendedores contemplan protestar con vigilias nocturnas durante dos días para exigir sus espacios.
La obra fue entregada tras casi siete años de larga espera por parte de los buhoneros. En total el edificio de dos niveles cuenta con 150 módulos distribuidos para tiendas, venta de embutidos, carnes, verduras, tubérculos y cafeterías.
“Primero fue con Serulle que dejó el mercado a punto de terminar en el año 2016. Desde entonces se dieron varias fechas para que la administración de Abel Martínez lo terminara y entregara. Aquí parece que todo se hace durante la campaña política, debido a que aunque fue inaugurado permanece cerrado”, apuntó Julián Arias, residente en Pekín.
Los buhoneros que fueron dejados hace casi ocho años, continúan operando puestos improvisados en el entorno del mercado, por lo que exigen una solución. De acuerdo a los datos del cabildo, el mercado de Pekín contribuirá de forma significativa con el movimiento económico y generará más de tres mil empleos directos e indirectos y es una plaza que podrá ser aprovechada por toda la población de Santiago.
En la inauguración, el alcalde Abel Martínez informó que el proceso estaría completado este mes de marzo, debido a las labores de depuración de quienes van a ocupar los módulos. Los buhoneros dicen que desconocen cuáles serán las personas que tendrán sus locales, pues no se han reunido con ellos. Ante el tiempo sin dar apertura, algunas personas se dedican a lanzar vasos y botellas plásticas en su entorno.
MIGUEL PONCE