El no a Canadá

POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- La Cancillería de Canadá anunció la pasada semana que instalaría en República Dominicana una oficina con objetivo de ofrecer ayuda desde el territorio nacional a Haití, en lo que tiene que ver con su policía e instituciones de seguridad.

Inmediatamente eso ocurrió, la sociedad dominicana, en un gran gesto de unidad nacional rechazó la iniciativa que buscaba involucrarnos directamente en el conflicto y crisis de Haití.

El Canciller Roberto Álvarez reaccionó diciendo que RD no había discutido ni aprobado tal oficina. Igualmente, el vocero oficial del presidente Abinader expresó que el gobierno nunca permitiría el uso de nuestro suelo para intervenir directa o indirectamente en la crisis haitiana, y que su política seguirá siendo reclamar la ayuda de la Comunidad Internacional para Haití en Haití.

Aunque el Canciller Roberto Álvarez negó haber discutido con la Cancillería de Canadá el tema de la oficina de RD, un comunicado posterior de la diplomacia canadiense informó que el canciller de dominicano sí estuvo en la reunión ministerial que se discutió el tema. Creo que el canciller Álvarez le debe una explicación al país sobre esta versión de Canadá.

Aunque la negativa a la propuesta de Canadá es un hecho, el país y el pueblo deben estar claros de cuál es la lógica de Canadá, Estados Unidos y ONU con respecto a la crisis de Haití. Ellos no quieren hacer lo único que podría crear un orden mínimo en el vecino Haití: La intervención militar que pueda desarmar las poderosas bandas, pacificar ese país y llamar a elecciones.

Lo que quiere Canadá es usarnos para involucrarnos en la crisis de Haití y ofrecer recursos para que administremos su crisis desde aquí, objetivo que lo único que lograría es aumentar las contradicciones históricas entre RD-Haití, puesto que los haitianos nunca verían con agrado ninguna participación dominicana en su crisis interna.

Igualmente, invertir 20 millones de dólares en la policía nacional haitiana es botar dinero al zafacón. Todo el personal que se adiestre y arme tendrá altas posibilidades de desertar e integrar bandas criminales y el Narco, que estaría en capacidad de pagarles mucho más dinero de salario. La experiencia reciente indica que muchos de los miembros de bandas actualmente fueron anteriormente miembros de la policía nacional haitiana.

Nuestro pueblo debe mantenerse vigilante y atento. El plan de fusión y mudar la población haitiana sigue imparable. Y lo peor, existen aquí dominicanos prestándole ayuda.

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