POR MARCOS SANTOS.- Acabo de leer una información publicada en el medio digital AGENDA 56.COM, que da cuenta de las supuestas intenciones de la dirigencia del Partido Revolucionario Moderno, PRM, en San Francisco de Macorís, de buscarle una “salida armoniosa” al impasse surgido entre los miembros de esa organización política y funcionarios del presente gobierno, Ramón Díaz y Frank Ventura, a raíz de que el primero acusara al segundo de cometer actos de corrupción en la Dirección Regional Nordeste de Agricultura.
Si lo que informa el prestigioso sitio web es cierto, definitivamente estamos ante una conducta incoherente, antitética, antihistórica, e incluso podría considerarse una falta de respeto y consideración al presidente Luis Abinader, quien sí ha mantenido una actitud firme y coherente contra la corrupción en la administración pública, de quien sea que la haya propuesto.
Y es que Ramón Díaz, de forma desafiante, aseguró que en la referida dependencia estatal, y en otras más enclavadas en esta ciudad, se están “haciendo diabluras”, agregando además que supuestas auditorías revelan “problemas económicos”, producto de los “robos” que según ese señor, se han cometido en contra del pueblo dominicano, y ante esa grave acusación, venir la cúpula perremeísta a buscar un arreglo de aposento, es algo inconcebible e inaceptable.
No se trata de echarle leña al fuego.
No se trata de enchinchar.
Pero, si alguien con el nivel de importancia y trayectoria como Ramón Díaz, hace este tipo de afirmación en un grupo de WhatsApp, y pretender dejar eso así, para quien suscribe constituye un acto de irresponsabilidad y de incoherencia política.
Incoherencia, porque cuántas veces dijeron los miembros del PRM cuando estaban en oposición que no iban a tolerar ningún acto de corrupción de propios o extraños. Eso lo dijeron cientos, miles, millones de veces, ante un pueblo que les creyó, y que puso altas expectativas en que el erario público se iba a manejar con total transparencia.
En el caso Díaz-Ventura, lo que lleva es la intervención del Ministerio Público, para determinar si existe algún tipo de anomalía en el manejo de los fondos de la Dirección Regional Nordeste de Agricultura, y proceder de acuerdo a las circunstancias.
Una disculpas públicas de Ramón Díaz, lo que vendría es a crear más conjeturas, y no solamente dejaría al fogoso político muy mal parado, si no, que al propio Ventura su reputación y su honor quedarían enlodados para siempre.
Que practiquen la transparencia que tanto enarbolaron cuando estaban en la oposición.
Que auditen lo que tengan que auditar.
Porque la denuncia de supuestos actos de corrupción no es exclusiva de Ramón, porque casi de la misma manera se expresó el alcalde y aspirante a la misma posición Alex Díaz, aunque este último se cuidó en no ofrecer nombres.