POR JUAN TAVERAS HERNANDEZ.- Si. Elecciones para qué, sobre todo después de ver los resultados de la encuesta Gallup que le otorga 64 % al presidente Luis Abinader contra un 20 % al expresidente Leonel Fernández y apenas un 9 % al candidato del Partido de la Liberación Dominicana, Abel Martínez?
¿Para qué gastar tanto dinero en unas elecciones que de antemano sabemos los resultados?
Lo inteligente, lo sensato, dada las circunstancias, es no celebrar elecciones, por lo menos presidenciales, porque la suerte esté echada, porque todo está decidido en el mercado electoral: Luis Abinader será reelecto, en primera vuelta, con un contundente “golpe de pueblo” que superará, por mucho, el 50 más uno de los votos. Algunos predicen más del 60 % de los votos emitidos el 19 de mayo próximo.
Lo que aún no está claro es cuántos senadores y diputados obtendrá el Partido Revolucionario Moderno, pero superarán las expectativas, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
Otra cosa que no está decidida es quién ocupará el segundo lugar, si el Partido de la Liberación Dominicana o la Fuerza del Pueblo, es decir, Leonel Fernández o Abel Martínez. La “segunda mayoría” es muy importante para las dos fuerzas políticas, porque de ello puede depender su existencia y fortaleza de cara al 2028.
Algunos se preguntarán, ¿para qué gastar tanto dinero en unas elecciones que de antemano están decididas? Bueno, respondo, porque son un mandato constitucional, porque la ley lo ordena, porque sirven para legitimar las nuevas autoridades, para darle legalidad a las autoridades que surjan del certamen.
Votar es una obligación ciudadana, un deber ineludible de todo ciudadano consciente, que ama la libertad y la democracia del sistema imperante.
Ahora bien, no todos los sectores políticos quieren elecciones. En la oposición hay dirigentes de partidos de oposición, que pretenden dañar el proceso, capaces de crear desasosiego, propiciar un clima de inseguridad y violencia, que impida unos comicios transparentes, en libertad absoluta.
Hay gente en la oposición, que, sabiendo de antemano los resultados de las elecciones, porque las encuestas lo dicen claramente, incluso las que ellos mismos pagan y ordenan. elecciones. Esa gente no quiere elecciones.
Pero las habrá, llueva, truene o ventee, y serán válidas, serán elecciones bien organizadas, libres y transparentes. El pueblo, soberano, acudirá masivamente a las urnas a elegir a Luís Abinader como presidente por los próximos cuatro años. y le dará mayoría en el Congreso para que haga el gobierno que “soñó de niño”, pero que las circunstancias, tanto nacionales como internacionales, no se lo han permitido. El cambio será profundo.