Eloy Jiménez coloca mejorar en defensa entre sus prioridades

El plan de juego para el dominicano Eloy Jiménez era bastante simple, aunque nunca fue revelado oficialmente por el jardinero izquierdo de los Medias Blancas.

Trabajar duro, divertirse y batear duro la bola, volver a divertirse más y llevarle un campeonato de Serie Mundial al sur de Chicago. Pero jugar diariamente nueve entradas es otra meta para Jiménez, lo que quiere decir que la defensa del quisqueyano debe ser lo suficientemente buena como para que el manager Tony La Russa tenga la confianza de tenerlo en el terreno al final de los juegos.

Este objetivo particular ha sido un trabajo en progreso para el patrullero de 24 años.

“Seguir trabajando y hacer que cambien de idea”, dijo Jiménez. “No quiero salir del juego en el séptimo inning. Por eso trabajo duro diariamente, intentando lo mejor para ser un jugador completo. Por eso le pongo mucho empeño en hacer todo lo que puedo para competir para mi equipo”.

“Ha superado mucho”, dijo el coach de primera base e instructor de los jardineros de los Medias Blancas, Daryl Boston, a MLB.com. “Y todavía tiene mucho por delante”.

A lo largo de 54 juegos en el jardín izquierdo durante la temporada del 2020, Jiménez tuvo -3 de OAA (Outs por Encima del Reemplazo) según Statcast. Sólo dos patrulleros tuvieron menos. También tuvo uno o dos momentos el año pasado, como el 6 de agosto en casa ante los Cerveceros, cuando Jiménez terminó en la malla protectora al perseguir un elevado de Christian Yelich por el jardín izquierdo. Esa jugada terminó en un jonrón dentro del campo para Yelich.

Pero Jiménez no tiene interés en ser estrictamente bateador designado, expresando ese sentimiento en varias ocasiones. Como fue mencionado arriba, no quiere ser reemplazado en los juegos. Así que Boston le dijo a Jiménez que tenía que hacer algo al respecto. En la primera mitad de la temporada pasada, el dúo trabajó fuerte cada día.

“Dio resultados”, dijo Boston. “En la segunda mitad estuvo con [José] Abreu intentado estar en mejor forma. Ese será nuevamente el plan. Abreu da varias vueltas antes de cada juego. Y ahí estaba él, persiguiendo a Abreu en la segunda mitad de la temporada, intentando llevarle el ritmo a su rutina”.

En general, el cambio fue lo suficientemente evidente como para que todos lo notaran.

“Hasta ahora, los está persiguiendo de forma increíble”, dijo La Russa. “Mientras más lo hagas, más confianza adquieres. Es un ciclo hermoso. Pero esta es la primera vez que lo veo y estoy muy confiado cuando salen batazos hacia la pradera izquierda”.

“Una cosa que he notado este año es que Eloy está destacándose en los entrenamientos”, dijo el jardinero de los White Sox Adam Engel, quien ha sido finalista para el Guante de Oro. “Pasó de un chico que sabes que está trabajando realmente fuerte a canalizar todo eso hacia una habilidad. Ha pasado de estar en el medio a uno de los chicos que no fallan”.

La falta de confianza, especialmente al pedir la bola, plagó a Jiménez cuando comenzó, según Boston. Ese cambio de mentalidad ha sido bien importante. Jiménez sabe cuándo hacer las jugadas y se siente cómodo pidiendo la bola ante Tim Anderson o el cubano Yoán Moncada.

“Una vez comienza, puede moverse un poco, pero le toma un minuto en arrancar”, dijo Boston de Jiménez. “Está trabajando con AT [directo de acondicionamiento Allen Thomas], en su habilidad y rapidez de dar el primer paso. Esperemos que rinda frutos y añada más alcance”.

Jiménez tiene el potencial de una temporada de 40 cuadrangulares y el coach de bateo Frank Menechino cree que puede tener un promedio cercano a .330. Además, Jiménez es uno de los jugadores más queridos en el juego.

El mexicano Rick Rentería, el manager previo de los White Sox, habló sobre la posibilidad de un Guante de Oro de Jiménez. Ese logro sería genial para Jiménez y el equipo, pero con el cubano Luis Robert en el bosque central, los White Sox están más enfocados en que Jiménez haga las jugadas de rutina. Mucho ha cambiado desde el primer año del dominicano, cuando Boston pensaba que estaría destinado al puesto de bateador designado.

“Digamos que mi corazón late diferente cuando sale un batazo hacia el jardín izquierdo”, dijo Boston. “Le preguntas a los chicos en las menores, y todos dicen que es un jardinero del promedio. Mi primer pensamiento fue que tendríamos mucho trabajo por hacer, pero creo que puede ser un patrullero del promedio”.

“Por eso es que voy con todo cada día. Hago lo mejor que puedo sin importar cómo me sienta”, dijo Jiménez. “He estado trabajando en todo, cada aspecto”.

AGENCIAS

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