Emmanuel y Brigitte Macron, una historia de amor marcada por la diferencia de 25 años

La relación entre Emmanuel Macron, de 47 años, y su esposa, de 72 años, ha sido durante mucho tiempo objeto de fascinación dentro y fuera de Francia, máxime cuando ella era profesora de teatro y él un alumno cuando se conocieron en un colegio privado de Amiens, en el norte de Francia.

Brigitte, madre de tres hijos, se divorció de su marido e inició una relación no exenta de escándalo con Macron cuando éste era adolescente. Ya como esposa del presidente, emprendió acciones legales para contrarrestar las falsas afirmaciones en las redes sociales sobre su género.

El último incidente en el que ella le da un manotazo eclipsó la primera etapa de una gira de casi una semana del presidente francés por el sudeste asiático, en la que visitará también Indonesia y Singapur.

Con mi esposa estábamos bromeando, como lo hacemos a menudo”, explicó este lunes a la prensa el jefe de Estado francés, que negó que se tratara de una “pelea doméstica” y pidió “calma a todo el mundo” sobre la interpretación de estas imágenes.

En el video, Brigitte Macron parece empujar con la mano la cara de su marido antes de descender del avión presidencial. Ella permanece momentáneamente oculta dentro del avión, impidiendo cualquier visión de su lenguaje corporal. La pareja luego desciende junta por la escalerilla y ella rechaza el brazo de su marido.

Los últimos años bajo los focos de Brigitte estuvieron marcados por su estilo sofisticado, pero también por las constantes burlas por su edad y la diferencia de 25 años con Macron.

Cuando se conocieron en una escuela secundaria de Amiens, Brigitte estaba casada, tenía 39 años, tres hijos adolescentes y era la profesora de teatro de Emmanuel, que tenía 15 años.

Pese a las críticas sobre su romance, ambos se casaron en 2007 y Brigitte se posicionó como el gran apoyo de Emmanuel Macron, tomándolo de la mano en la noche de su primera victoria electoral en 2017.

Tal es el compromiso del matrimonio que, cuando el expresidente brasileño Jair Bolsonaro se burló del físico de Brigitte en 2019, la precaria relación diplomática entre ambos países terminó por romperse, hasta la llegada en enero de Luiz Inacio Lula Da Silva.

Brigitte Macron ha estado en el punto de mira desde la primera campaña electoral de su esposo.

Muchos la consideraban como una mujer influyente que releía los discursos del entonces candidato, presente en todos sus mítines y objeto de aplausos de sus simpatizantes.

La exprofesora ha sido incluso blanco de rumores, como el de ser una mujer transgénero, y no duda en acudir a la justicia para exigir el respeto de su privacidad, algo que el matrimonio atesora.

Y por mucho que el Elíseo reitere que no tiene influencia política, su omnipresencia molestó a varias personas del entorno presidencial.

“Veíamos que el punto de vista de Emmanuel podía evolucionar entre dos reuniones”, explicó Gérard Collomb, exministro del Interior de Macron a la cadena BFMTV en 2019. “Entonces pensábamos, mira, Brigitte ha pasado por aquí…”

Brigitte sigue siendo tan franca con el presidente como el primer día, dijo la periodista del semanario Le Point Nathalie Schuck a la AFP.

Para el experto en comunicación Philippe Moreau-Chevrolet, “es la mejor comunicadora de Emmanuel Macron. Ella lo popularizó con esa historia de amor (…), le dio un destino algo romántico, un poco atípico”.

Pese a no existir oficialmente el título de “primera dama francesa”, el Elíseo formalizó el papel público de “cónyuge del jefe de Estado”. Brigitte no recibe remuneración ni tiene presupuesto, pero dispone de dos asesores, además de una secretaría.

“Tengo muy claro que los franceses eligieron a Emmanuel y no a mí, aunque evidentemente sabían que formábamos una pareja”, aclaró la exprofesora de Lengua y Literatura a la revista Elle en 2017.

Desde entonces, Brigitte ha mostrado su interés por diversos temas sociales, principalmente relacionados con la educación y la sanidad, hasta el punto de haber recibido más de 100.000 cartas de ciudadanos que acuden a ella en busca de ayuda.

“Hay mucho correo de jóvenes que sufren acoso o de padres que no saben qué hacer”, explicó en la cadena TF1 en enero del año pasado, asuntos que no duda en comentar con el presidente.

“Oigo las críticas”, añadió Brigitte Macron. “Jamás me permitiría decirle ‘haz esto, haz lo otro’, pero se lo comunico”.

AGENCIAS

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