Netroya B, empleada de la popular tienda H & M ubicada en el World Trade Center Oculus de Nueva York, compartió este fin de semana varias imágenes de ropa infestada de insectos que supuestamente se vende a clientes desprevenidos.
“Trabajo en H & M en Oculus en World Trade Center, y hoy un cliente descubrió piojos en un estante de sudaderas con capucha”, afirmó Netroya, de 28 años, en un tweet.
La empleada continuó sugiriendo que los gerentes y ejecutivos de la tienda estaban al tanto del brote parasitario, pero decidieron no detener el flujo de negocios.
«No cerrarán la tienda ni notificarán a los empleados sobre el problema», afirmó la joven. «La sección fue simplemente bloqueada».
Un portavoz de la tienda, respondió en Twitter a una usuaria, asegurando que la tienda fue cerrada.
“Nos tomamos muy en serio la seguridad de nuestros clientes y empleados. Por precaución, cerramos la tienda de H & M en Westfield World Trade Center para investigar a fondo”, dijo el representante.
En su tweet de tendencia, que ha obtenido más de tres mil me gusta y retweets, Netroya compartió tres imágenes de los bichos: insectos sin alas que se alimentan de sangre humana, transmiten enfermedades bacterianas y pueden causar decoloración de la piel y fiebre severa. alrededor de los cuellos y mangas de las sudaderas que supuestamente están a la venta en exhibición, según reportó el New York Post.
La joven renunció a su trabajo porque “detestaba su trabajo”. “Gracias a todos los preocupados por mi pérdida de trabajo. mi último día es el viernes (porque no me gusta estar ahí) sigan mi página de negocios en IG @Choyssentials”, escribió e un tuit.
Los comentarios en las redes no se hicieron esperar.
“Son chinches adultas. La tienda debe cerrarse inmediatamente”, escribió un usuario en Twitter.
“Esto es realmente asqueroso, pero no parece piojos. Los piojos de la cabeza y del cuerpo no pueden sobrevivir sin un huésped. Y estos son grandes. Sea lo que sea, tiene que irse”, dijo otra usuaria.
La empleada pidió disculpas al gerente de la tienda, expresando que nunca imaginó que su tuit llegaría tan lejos, y que es un problema de la empresa, no de los empleados.
“Me disculpé con el gerente de mi tienda porque no esperaba que mi tweet subiera así. Me molestó que lo trataran como un problema menor y que no fuera su culpa. Es la empresa. Mis compañeros de trabajo me agradecieron”, escribió.
AGENCIAS