La organización privada advierte que los cambios en las reglas de juego podrían afectar el clima de inversión
SANTO DOMINGO.- El Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) advirtió ayer sobre el impacto que pueden tener iniciativas legislativas y decisiones tributarias tomadas sin el debido consenso con los sectores productivos. La organización indicó a través de su presidente, Celso Juan Marranzini, que la incertidumbre generada por cambios repentinos en las reglas de juego podría afectar la confianza del sector privado y, en consecuencia, las inversiones y la generación de empleo.
Recordó que la estabilidad y el diálogo han sido claves para el crecimiento económico reciente, por lo que cualquier acción que los ponga en riesgo debe ser analizada con cautela. El empresariado ha insistido en que cualquier reforma fiscal debe debatirse en un marco amplio y estructurado, en lugar de aprobarse de manera fragmentada, lo que distorsiona el entorno económico.
En su participación en la Entrevista Especial de elCaribe y CDN, Marranzini advirtió que el fideicomiso para el manejo de residuos sólidos, aprobado en el Senado, debe fortalecerse sin ser contaminado con otras necesidades de recursos. También expresó preocupación por la rapidez con que se han presentado ciertos proyectos y la falta de diálogo previo con el sector privado.
Marranzini acudió al encuentro en compañía de César Dargam, vicepresidente ejecutivo del Conep, y Julio Virgilio Brache, primer vicepresidente. El principal dirigente de la institución sombrilla del empresariado nacional planteó que para toda iniciativa, de lo primero que debe hacerse uso es del diálogo, que tanto valora el empresariado.
“Tiene que haber un diálogo. La comisión (que estudia los proyectos en el Legislativo) tiene que recibir a todos los actores. Y no solamente eso… tiene que explicar qué es lo que se busca; analizar cuál es la necesidad del recurso adicional que se requiere, por ejemplo, para el fideicomiso sostenible, que ha funcionado muy bien, sobre todo, manteniendo la gobernanza actual”, sostuvo.
Y agregó: “Una vez se dé esa conversación, se debe ver cómo se podría llegar a obtener esos recursos. Y definitivamente esa ley no se puede contaminar con otras necesidades de recursos, como, por ejemplo, otra que ya están estipuladas en otra ley, como la de dar más recursos a los ayuntamientos”.
Advirtió que por la forma y la velocidad como se hizo eso de la aprobación del Proyecto de Ley de Residuos Sólidos en el Congreso, no se pudieron tener conversaciones y ahora es necesario que se sostengan. “Hay que procurar que se fortalezca el fideicomiso, para que siga haciendo la labor que ha hecho. Que se mantenga la gobernanza, que no se contamine el sistema con otras necesidades de recursos y que, evidentemente, esto sea algo consensuado”, sostuvo el empresario. Dejó por sentado que “esa es la posición del Consejo Nacional de la Empresa Privada, sobre esa ley, de la que se ha señalado que lo que se aprobó se va a conversar, se va a revisar, se va a modificar”. “Pero definitivamente necesitamos tener la confianza de que esto se va a hacer de una forma que todos podamos entender y llegar al consenso”, expuso.
Ayer se supo que desde el Ejecutivo se había emitido un decreto (que horas después de hacerse público fue dejado sin efecto) para penalizar con impuestos los servicios digitales proporcionados por proveedores internacionales y consumidores dentro de República Dominicana.
Ese decreto es el número 30-25, publicado en Gaceta Oficial en fecha 25 de enero de 2025, y que entraría en vigencia en julio. Que eso ocurriera, y lo propio la forma como se aprobó en el Senado (en la Cámara de Diputados está pendiente de aprobación) el Proyecto de Ley de Residuos Sólidos, introducido por el senador Rogelio Genao, sin haber tenido las pláticas necesarias con los distintos sectores, ha generado interrogantes, respecto a si hay una ruptura del diálogo entre el gobierno, los tomadores de decisiones y el sector privado; un diálogo del que siempre se hizo alarde, cuando existía un tema de importancia colectiva.
El martes circuló, además, un documento-proyecto de ley que busca modificar los regímenes de exenciones fiscales, de la autoría del diputado Rogelio Genao Lanza (hijo), y que fue depositado en la Cámara de Diputados. Mientras el proyecto sobre residuos sólidos en el Congreso lo introdujo Genao padre.
En el caso del Proyecto de Residuos Sólidos, el Conep, a través de Julio Brache, su primer vicepresidente, advirtió que lo aprobado en el Senado guarda mucha diferencia con la propuesta original, es decir, se cambiaron o se torcieron partes, para colocar otras que no se conocían previamente ni fueron debatidas.
Sobre la propuesta que toca las exenciones fiscales, la advertencia del empresariado (posición a la que se sumó la Asociación de Industrias de República Dominicana -AIRD-, a través de Mario Pujols, vicepresidente), es que ese proyecto retoma una parte importante de las medidas incluidas en la propuesta de reforma fiscal ventilada el pasado año 2024 y que fue retirada del Congreso por el Poder Ejecutivo, tras una oleada de cuestionamientos y agrios rechazos de distintos sectores de la sociedad. Ese intento de reforma fue visto como un dardo envenenado en ese momento. Y los distintos sectores no se guardaron la forma para decirlo a la clara.
Ese proyecto, de ser aprobado que quita las exenciones, eliminaría el artículo 50 de la Ley de Proindustria, que se ha convertido en la columna vertebral del sector industrial y con lo cual se afectaría directamente la competitividad de las empresas, que van a perder la capacidad de reinversión, de crecer y generar empleos en el país, se ha advertido.
La ley de Proindustria, cuya última modificación fue en 2020, ha tenido impacto positivo no solo en el sector, sino también en la economía en general, donde las empresas beneficiadas han generado más empleos, han mejorado su productividad, han exportado más y, por supuesto, han pagado más impuestos.
El empresariado advierte sobre la evidencia de señales contradictorias por parte de tomadores de decisiones, con iniciativas por doquier que pretenden cambiar, de repente, reglas de juego. Esto, desde ese punto de vista, hace difícil enfocarse en producir, innovar y generar empleos con un panorama de incertidumbre que preocupa y desenfoca. El ramo empresarial ha señalado, además que “mantener en ascuas” al sector productivo, con iniciativas y señales repentistas en términos tributarios y normativos, crea desconfianza para las inversiones que realiza la industria como contribución a la expansión de la economía.
“Mira, nosotros no podemos decir que el diálogo está roto, y si lo decimos es porque tenemos razón. Ahora, esas señales lo que hacen es afectar la confianza que existe. O sea, un proyecto de ley descabellado, o un proyecto de ley que se lleve a cabo sin comunicación, cambiando de gobernanza, sin recibir a los sectores, eso genera desconfianza”, dijo Celso Juan.
“Normalmente no podemos verlo como que todo cambió, porque a veces eso ocurre de forma aislada. Hay cosas que se traen a veces por los moños. No podemos generalizar porque alguien lo haga, pero definitivamente hay que darle mucha atención, y sobre todo procurar que eso no se repita, para que no afecte la confianza y las cosas se puedan seguir llevando de la mejor manera, sobre todo a través del diálogo, que no quiere decir que todo el mundo va a conseguir lo que quiere, pero tú llegar por lo menos a un consenso mínimo que permita avanzar”, argumentó el presidente del Conep.
Explicó que la posición del gremio empresarial es bastante clara y coherente: “Una discusión fiscal debe ser abarcada dentro de un marco, de un pacto fiscal, en un marco amplio de reforma fiscal, no medidas aisladas, que no buscan un equilibrio entre los ingresos y los gastos, que es lo que se busca en un pacto fiscal. Lo que necesita el país es tener una conversación amplia en cuanto a cómo mejorar los ingresos, cómo eficientizar más los gastos, dando mejores servicios públicos, eliminando la ineficiencia y buscar mayor sostenibilidad en las finanzas públicas”, dice Celso Juan.
Si no hay planes de retomar la reforma…
Celso Juan recordó que el gobierno ha sido claro en que no tiene planes por ahora de abrir el tema de reforma fiscal. “Pues que no se haga de esa manera, porque lo que eso puede mermar es la confianza y en este momento la confianza es alta”, sostuvo, en referencia a esos proyectos en cuestión, que a nivel de la sociedad comienzan a verse como “palos acechados”.
“Existe gran confianza en el país; eso es lo que permite el gran nivel de inversiones que hay, que es lo que está impulsando la economía”, apuntó.
Calculó que la inversión del sector privado aproximadamente llega al 90% de todas las inversiones que se realizan en el país y eso gracias a la confianza que existe, que ha brindado este gobierno. Entonces, ese tipo de iniciativas aisladas, entendemos que deben pensarse, deben verse en un marco más amplio y nosotros siempre vamos a estar prestos, porque realmente siempre fuimos coherentes (…).
MARTIN POLANCO / EL CARIBE