Julio Iglesias Jr. enfrenta un divorcio en el que su examor, la modelo belga Charisse Verhaert, hasta la mascota de ambos le reclama luego de más de 16 años de relación y ocho de matrimonio.
Charisse Verhaert fue quien presentó la demanda ante un tribunal de Miami y en su escrito reclama el reparto equitativo de los bienes millonarios que el matrimonio obtuvo mientras duró la unión.
El programa televisivo “Suelta la sopa” (Telemundo) reveló que además de la casa familiar, Julio Iglesias Jr. sería propietario de una mansión en los Cayos de la Florida con espectaculares vistas a la bahía.
También tendría registrada a su nombre una cabaña en el lago Tahoe, al norte de California, valorada en casi un millón de dólares.
La modelo belga ha solicitado un informe completo de los ingresos de las dos sociedades musicales del cantante y las cantidades recibidas por las exclusivas ofrecidas en la revista ‘¡Hola!’ en los últimos años.
El artista se niega a dejarle la casa de Miami Beach valorada en más de un millón de dólares.
Ella también pide una mensualidad que le permita continuar con su estilo de vida actual lleno de comodidades, al que está acostumbrada.
La todavía esposa también reclama la custodia compartida de la mascota con la que vivían, su perrita Molly.
La mujer sostiene que cuando conoció a su aún esposo dejó todo para dedicarse a ser ama de casa a tiempo completo y que antes de su relación ella iba de camino a una exitosa carrera y que terminó por abandonar para apoyar a su marido.
Julio, de 47 años, y Charise, de 38, se casaron en el 2012, pero llevan juntos desde el 2004. Residen en Miami y son vecinos de Enrique Iglesias, Anna Kournikova y sus tres hijos. Y aunque ellos no han tenido niños, era un deseo que les hubiera encantado cumplir, como confesaron en más de una ocasión, anota el periódico español La Vanguardia.
El hermano mayor de Enrique Iglesias, es hijo del cantante español Julio Iglesias y la socialité Isabel Preysler.
Por ahora, se desconocen los motivos de esta inesperada ruptura, pero la modelo confesó que su matrimonio está «irremediablemente roto».
El tribunal no ha fijado una fecha para una audiencia que derima sobre las peticiones de la mujer.