La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) de Colombia recuperó 43 cuerpos del cementerio La Dolorosa, ubicado en el municipio de Puerto Berrío, en el departamento de Antioquia, que supuestamente podrían ser personas desaparecidas durante el conflicto armado interno.
Los cuerpos fueron entregados por la Unidad al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, que debe establecer sus identidades, informó este lunes la UBPD en un comunicado.
Desde febrero de este año en el cementerio La Dolorosa se han realizado tres intervenciones luego de la medida cautelar proferida por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), un tribunal creado a instancias del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC en 2016.
Esta decisión se sustentó en la solicitud del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), para la protección de lugares en donde se presume la inhumación de víctimas de desaparición.
En la primera intervención, la Unidad de Búsqueda -en articulación con la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la JEP- reubicó y protegió 416 cuerpos que se encontraban en las celdas de custodia del cementerio La Dolorosa, que por su estado y disposición estaban en riesgo de desaparecer.
En las dos intervenciones siguientes, la UBPD analizó los cuerpos y encontró que por sus características 104 podían pertenecer a personas desaparecidas en el marco del conflicto armado.
Este cementerio, ubicado en la región del Magdalena Medio, ha sido reconocido por albergar un gran número de cuerpos sin identificar, la mayoría de ellos arrastrados a este municipio por el río Magdalena, el principal de Colombia, entre 1998 y 2004 por causa del conflicto armado.
Usualmente estos cuerpos eran recuperados del río por la comunidad, que los llevaba al cementerio y los adoptaba, les daba un nombre, los protegía, cuidaba sus tumbas y les pedía favores milagrosos, según dicen los lugareños.
Según las cifras del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), se han registrado 7.360 personas desaparecidas en la región del Magdalena Medio y 851 en Puerto Berrío.
El río Magdalena fue una de las grandes tumbas del conflicto colombiano, donde los grupos armados, sobre todo los paramilitares, arrojaron cadáveres para borrar sus huellas y evitar posibles enjuiciamientos.
La directora general de la Unidad de Búsqueda, Luz Marina Monzón Cifuentes, citada en un comunicado, asegura que la investigación humanitaria que realiza la UBPD trae consigo el reto de la recolección de información para delimitar los espacios a intervenir dentro del cementerio, y recuperar los cuerpos que pertenecerían a personas desaparecidas.
“En ese proceso, las personas que han adoptado cuerpos no identificados juegan un papel muy importante porque probablemente resguardaron a quienes fueron víctimas de desaparición y a quienes sus familias estarían buscando”, dijo la funcionaria.