SANTO DOMINGO.- Los incendios que se han registrado durante los últimos años en las instituciones públicas siempre han estado rodeados de una humareda de especulaciones e intrigas.
Recientemente, las áreas de compras y de nómina del Ministerio de Salud Pública fueron afectadas por un fuego que devoró materiales e informaciones de esos departamentos.
Rápidamente el tema se hizo tendencia en las redes sociales debido a que muchos señalaron que pudo ser intencional para borrar cualquier evidencia de algún supuesto acto de corrupción que pudiera haber realizado la gestión pasada.
No obstante, Ulises Jiménez, director de comunicaciones de la institución, dijo que había que esperar el levantamiento de las autoridades para averiguar cuál fue el origen del siniestro del pasado jueves.
Un día después, el séptimo piso del edificio administrativo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) también resultó afectado por un incendio.
El fuego duró alrededor de 20 minutos y al igual que en Salud Pública, tampoco se registraron heridos. Sin embargo, las coincidencias del tiempo en que ocurrieron ambos incidentes llamaron la atención a gran parte de la población que de inmediato asociaron los hechos con motivos políticos.
El fuego de la JCE
En julio de 2019, se produjo un incendio en la Unidad de Inspectoría de la Junta Central Electoral (JCE), a menos de un mes que se realizaran las primarias abiertas y simultáneas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), donde resultó ganador el exprecandidato Gonzalo Castillo.
El informe que rindió el Pleno de la JCE aseguró que el fuego fue causado por un corto circuito.
Posteriormente, el expresidente Leonel Fernández, sentenciaría que aquel incendio fue el inicio del supuesto fraude electoral del 6 de octubre de ese año.
“El motivo del incendio en los almacenes que contenían viejos equipos, según revelan las fuentes, era el de disponer de una excusa para acceder a verificar si los equipos nuevos, los cuales servirían para las elecciones primarias que acaban de efectuarse, habían sufrido daños a causa del siniestro”, explicó el exmandatario aquel momento.
Agrego que la verdadera intención era la de obtener las llaves criptográficas de validación de interconexión de los equipos de votación.
Los autobuses de la OMSA
En junio de 2017, un incendio destruyó en horas de la noche 11 autobuses dentro del estacionamiento de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) ubicado en el Kilómetro 9 1/2 de la autopista Duarte.
A pesar que se hizo un levantamiento para determinar las causas, nunca se precisó el origen del siniestro que se produjo durante la administración de Manuel Rivas.
Cuatro meses después, el abogado Yuniol Ramírez sería asesinado presuntamente por empleados de la OMSA porque este supuestamente estaba extorsionando al director de esa entidad al incurrir en actos de corrupción administrativa.
Ramírez había denunciado semanas antes de morir que ese incendio no había sido fortuito.
Siniestro en Agricultura
Hace 26 años, la Secretaría (Ministerio) de Agricultura sería devorada por un incendio durante la medianoche del 4 de febrero de 1994.
De acuerdo a un artículo publicado por Chichi de Jesús Reyes en el periódico El Nacional, con fecha del 20 de febrero de 2014, múltiples versiones fueron puestas a circular, pero la más generalizada fue que cuando comenzó el fuego se había reanudado el servicio energético que llevaba varias horas suspendido.
También se habló de un empleado que laboraba y que al no haber energía eléctrica retenía una lámpara de gas kerosene. La última especulación al respecto reveló que un empleado del programa de Centros de Ventas de Materiales Agropecuarios (CVMA), de apellido López, cuyas oficinas estaban en el entrepiso, había sostenido un altercado con algunas de las autoridades superiores y que, disgustado, se pertrechó a lo interno del departamento.
Las conclusiones a que arribaron la Policía y el Cuerpo de Bomberos descartaron la presencia de manos criminales en el lamentable y costoso incendio del local y el acervo de la SEA, informe que la ciudadanía rechazó en toda la extensión de la palabra. Por su parte, el presidente Balaguer exculpó al secretario Tito Hernández, quien a la sazón era su candidato preferido para la senaduría de San Cristóbal, posición que obtuvo en las elecciones de mayo de ese año, 1994.
DALTON HERRERA