Estados Unidos deporta a 560 haitianos en los dos últimos días

Haití recibió este lunes a decenas de migrantes de su país deportados desde Estados Unidos, con lo cual suman 560 los que han llegado al país caribeño en los dos últimos días como parte de los miles que aún permanecen en un campamento improvisado en Texas, tras cruzar la frontera desde México.

Algunos lloran, otros maldicen, cada uno cuenta una anécdota del viaje.

Lucen decepcionados, frustrados y avergonzados al bajar del avión, al igual cuando toman asiento en la zona de recepción reservada para en el aeropuerto Toussaint Louverture de la capital haitiana.

El pasado lunes arribaron 233 haitianos deportados, entre ellos 45 niños y 45 mujeres. Casi todas las mujeres deportadas hoy tenían un niño o un bebé en brazos.

El país esperaba tres vuelos hoy desde Estados Unidos, pero sólo aterrizaron dos. La mayoría de los deportados tiene entre 20 y 30 años. En el aeropuerto cuentan los peligros del viaje.

«Varias mujeres fueron violadas. Varios hombres fueron asesinados», afirma un deportado a otro. La mayoría son personas que abandonaron Haití desde hace seis y diez años. Casi todos hablan español.

De las 560 personas deportadas entre ayer y este lunes, al menos 170 son niños, varios con acentos chileno o brasileño.

Cientos de migrantes denuncian las condiciones de deportación. Todos son hostiles a las autoridades haitianas que, según dicen, recibieron dinero para firmar su deportación.

«Habíamos pasado al menos seis días en prisión sin comer ni beber, ni lavarnos. En el avión nos encadenaron como a ladrones», dijo uno de ellos.

Mientras algunos aceptaron hablar con los periodistas sin dar sus nombres, otros se mostraron muy hostiles con los medios de comunicación, acusándoles de ser responsables del estado actual del país.

«Las condiciones de deportación no dependen de nosotros. La deportación la hace el país de acogida», dijo el coordinador de la Oficina Nacional de Migración (ONM), Jean Négot Bonheur.

Afirmó que cada día se esperan tres vuelos durante los próximos 15 o 20 días para recibir a todos los que se encuentran varados en el lado estadounidense de la frontera con México.

Algunos tienen documentos legales de países como Chile y Brasil, otros no. Sin embargo, todos los niños que están con ellos han nacido en otro lugar y, por tanto, tienen nacionalidad extranjera.

Los deportados se quejan de que los 2.500 gourdes (moneda local) que se les da como cuota de acompañamiento supuestamente es inferior al dinero que el Gobierno haitiano ha destinado para esos fines.

Varios de los migrantes empuñan alguna que otra maleta. Otros han venido sólo con su vestimenta. Bajo el puente de la frontera en Del Río (Texas, EE.UU.), dicen que fueron maltratados por los agentes fronterizos estadounidenses.

«Trataron a los haitianos como ladrones. Los haitianos no son ladrones, sino personas que buscan una vida mejor. No trataron así a personas de otras naciones. Es racismo», dijo una mujer de unos 30 años que dijo vivía en Cabo Haitiano.

EFE

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