El Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de EE.UU. emitió este viernes una alerta de huracán y de marejada ciclónica para Nueva York y la costa de Nueva Inglaterra a medida que la tormenta Henri se fortalece en el Atlántico y está a punto de convertirse en ciclón.
Los meteorólogos del NHC detallaron que hay una advertencia de huracán para la costa sur de Long Island (Nueva York), desde Fire Island Inlet hasta Montauk Point, como también para la costa norte, desde Port Jefferson Harbor hasta Montauk Point.
También desde New Haven (Connecticut) hasta el oeste de Watch Hill (Rhode Island), según detalló el más reciente boletín del NHC.
Igualmente hay una advertencia de marejada ciclónica en la costa sur de Long Island, desde Mastic Beach hasta Montauk Point, y en la costa norte, desde Oyster Bay hasta Montauk Point, y desde Greenwich (Connecticut) a Chatham (Massachusetts), incluido Nantucket, Martha’s Vineyard y Block Island.
Henri está a punto de convertirse en huracán con vientos máximos sostenidos de 70 mph (110 km/h) en su avance hacia la costa de Nueva Inglaterra.
Se encuentra a unas 290 millas (470 km) al sur-sureste de Cabo Hatteras, en Carolina del Norte, y a 695 millas (1,115 km) de Montauk Point, en Nueva York.
Se desplaza hacia el nornoroeste con una velocidad de traslación de 7 mph (11 km/h) y, según el pronóstico más reciente del NHC, se espera que ‘toque tierra en el sur de Nueva Inglaterra en la tarde del sábado’.
Los meteorólogos prevén que Henri se fortalezca en las próximas 48 horas y se convierta en huracán el sábado, cuando vaya a golpear la costa de Nueva Inglaterra.
Además del azote del viento y la lluvia, las áreas bajo aviso por Henri pueden sufrir una marejada ciclónica, con hasta 5 pies (1.50 metros) de subida del nivel del mar en algunos puntos de la costa.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU. (NOAA) pronostica que la actual temporada ciclónica en el Atlántico va a tener una actividad por encima del promedio.
En lo que va del año se han formado dos huracanes en la cuenca atlántica, Grace y Elsa, este segundo a comienzos de julio pasado.
EFE