San Francisco de Macorís.- La Asociación Dominicana de Profesores (ADP) concluyó este viernes 31 de enero su jornada de protestas colectivas en las provincias Duarte y Hermanas Mirabal, pero dejó claro que las movilizaciones seguirán en San Francisco de Macorís hasta obtener respuestas concretas por parte de las autoridades gubernamentales.
La manifestación, celebrada en el Parque Duarte, marcó el sexto día consecutivo de paro docente en el municipio de San Francisco de Macorís, así como la suspensión de clases en las dos provincias. La protesta contó con el respaldo de representantes de diversas organizaciones populares, juntas de vecinos y delegaciones de otros municipios, quienes se unieron a la demanda de mejores condiciones en los centros educativos.
Robert Frías, presidente de la seccional de la ADP en San Francisco de Macorís, expresó que la lucha de los docentes busca garantizar espacios seguros para los estudiantes, docentes y personal administrativo de las escuelas. Frías denunció que los ministerios de Educación, Salud Pública, Medio Ambiente y Agricultura han eludido su responsabilidad, sin presentar soluciones concretas ante los problemas que afectan al sistema educativo local.
Dentro del plan de movilización, Frías anunció que la marcha de este viernes se dirigirá hacia la Gobernación Provincial de Duarte, mientras que el lunes continuará con un acto frente a la Dirección Regional de Medio Ambiente. Asimismo, adelantó que entre martes y viernes de la próxima semana se llevarán a cabo nuevas acciones de protesta.
El dirigente gremial reiteró que las movilizaciones no cesarán hasta que las autoridades competentes ofrezcan respuestas efectivas a sus reclamos, los cuales incluyen una mejora sustancial en la infraestructura educativa y garantías de salud y seguridad para los involucrados en el proceso educativo.
La paralización de clases afecta a miles de estudiantes en las provincias Duarte y Hermanas Mirabal, lo que ha generado preocupación en diversos sectores de la sociedad. Varias organizaciones y ciudadanos han instado a la ADP a reconsiderar su postura y a explorar la vía del diálogo para encontrar una solución que minimice el impacto de la protesta en la educación pública.
Mientras tanto, la comunidad educativa permanece a la espera de una respuesta del gobierno, en un contexto en el que las clases siguen suspendidas y la tensión crece entre los actores involucrados.