Moca, provincia Espaillat. Se unieron como comunidad y con sus propios recursos iniciaron hace más de dos años la construcción de una escuela para los niños del Higüero, motivados en lo difícil que les resultaba viajar hasta La Laguna a recibir el pan de la enseñanza.
Mientras esto se hacía realidad, decidieron impartir clases en la marquesina de una vivienda en la comunidad, pero se le agotaron los recursos y la construcción quedó inconclusa. Los comunitarios decidieron iniciar este nuevo año escolar desde la misma marquesina para que los 21 alumnos que asisten no se atrasen o pierdan el año escolar.
Según explican, anteriormente se impartía docencia en el local de un club, pero hubo diferencias entre directivos y miembros y tuvo que ser desalojado por maestros y estudiantes, mientras que la sociedad de padres solicitó al Ministerio de Educación la construcción de la escuela, pero estos sugirieron trasladar los niños a otra comunidad, propuesta que los padres rechazaron.
Al no aceptar la alternativa que le presentaron, decidieron realizar colectas para levantar la edificación, pero no han logrado su terminación. Una parte de los estudiantes se traslada diariamente hacia otras comunidades, mientras los maestros y padres esperan que el Ministerio de Educación lo asuma y le dé terminación a la escuela para que las madres puedan trabajar con tranquilidad.
Yubelka Cruz, quien laboró mucho tiempo en el centro educativo el Higüero, explicó que el terreno donde se levanta la escuela fue donado, y lo que no se puede aceptar es ver los niños deambulando, mientras las madres se van temprano a zonas francas a ganarse el sustento.
“De no existir esta escuela aquí (la marquesina), los 21 niños que reciben clases desde primero a quinto de primaria estarían en las calles”, dijo María Rodríguez, la directora, quien confía en que el ministro de Educación, Roberto Fulcar, se interese por esta realidad y decida terminar el centro educativo para la comunidad.
NURIS ESTEVEZ
