Santiago. Ante la falta de un puente, los moradores de la comunidad Miraflores II tuvieron que improvisar un paso de madera que representa un peligro.
Desde niños, adultos y hasta ancianos deben pasar a través de un madero convertido en una improvisada pasarela, con lo aue ponen en riesgo su integridad física.
Los comunitarios dicen que el peligro acecha a quienes cruzan de un lugar a otro o por el poste de madera. Otros lo hacen al introducir los pies en el agua contaminada del arroyo, pues carecen de un puente que les permita el libre desplazamiento, en el sector
Los residentes en la zona explican que los que corren el mayor riesgo son los niños, debido a que tienen que desplazarse utilizando el improvisado puente de madera para llegar hasta un centro educativo.
Llamado a autoridades
Ante el problema, los comunitarios hacen un llamado de atención a las autoridades para que construyan el pequeño tramo de puente y que levanten muros de gaviones para que se detengan los constantes deslizamientos de tierra.
Dicen que varias viviendas están a punto de desplomarse en toda la ribera del arroyo, por lo que se requiere la urgente intervención.
El improvisado pasadizo se ha hecho como alternativa debido a que hace años que el puente colapsó, debido a una crecida del arroyo, cuyas aguas se han contaminado por causa del vertido de desechos de toda índole.
En el caso de la comunidad Nuevo Milenio, del distrito municipal Santiago Oeste, llevan 16 años a la espera de que el Gobierno o las autoridades del distrito municipal inicien la construcción de su puente. La comunidad ha acudido a todo tipo de acciones y hasta con sus recursos construyó un puente que colapsó.
Varias comunidades están afectadas
Santos Rodríguez dijo que la improvisada pasarela, construida con madera, al poco tiempo colapsó. El puente sirve de paso para que las familias y estudiantes puedan desplazarse desde Nuevo Milenio con El Ingenio Abajo, barrio San Miguel, Parada Siete, La Tablita, La Torre del Ingenio, Villa Hermosa, Los Llanos, La Paz y Los Solares de Cienfuegos, La Cacata y barrio Duarte.
MIGUEL PONCE
