Santiago. Se podría decir que mucha gente vive en el limbo, no por estar desconectada de los acontecimientos, sino porque residen en un sector que carece de señalización.
Es que a pesar de la era de la tecnología y de la modernidad, hay barrios emblemáticos de la ciudad de Santiago a los que los que entras y no se sabe por dónde salir; a los que se llega por intuición pero no con la certeza de la ubicación. Sin número y sin nombre están sus calles y aunque como ejemplo se cita el caso del ensanche Espaillat, es una situación que se repite en la mayoría de los barrios del municipio; ocurre en toda la provincia y lo más probable es que pase en todo el país. La aplicación Google Maps es posible que te lleve hasta el barrio, pero es difícil que te indique el lugar exacto. Es la experiencia que vivió José Jorge cuando buscaba la calle 10 con 2. Luego de llegar al punto al que lo dirigió la tecnología, tuvo que preguntar, pero su rumbo siguió errado.
Desubicados
Aunque uno de los motoconchos del sector le contó con precisión a cuantas calles estaba, la verdad es que no pudo dar con la dirección que buscaba. Decidió estacionarse frente a un local comercial, llamar por teléfono y esperar a que alguien fuera en su rescate. “Fue así como llegué”, dijo después de un rato dando vueltas hasta el mismo lugar. Las calles no tienen número, no están nombradas, el sector no está identificado, entonces la gente debe poner en práctica sus habilidades y vencer la desconfianza de contactar a alguien para que lo ubique y lo oriente para llegar al lugar de destino.
Pero esto no es exclusivo del popular sector del ensanche Espaillat, con raras excepciones, por cualquier barrio que se mueva el ciudadano, vivirá una experiencia parecida. Igual ocurre para identificar un sector, hay que decirles los nombres de los negocios que quedan cerca y contar las calles.
La situación es incómoda para el visitante
Para el que está habituado quizás no le sea chocante, ya que conoce su lugar de destino y por diferentes vías podría llegar al mismo, pero para quien va por primera vez en busca de una persona o negocio, la impotencia se hace presente. El sector tiene sus vías asfaltadas, en ocasiones se han quejado por la falta de agua y no le quedaría más que tener rotuladas sus calles.
ISABEL GUZMAN