Santiago. A un año y un mes de la explosión en la envasadora Coopegas, que dejó 11 víctimas mortales, solo algunos familiares continúan con el proceso penal en los tribunales de Santiago, mientras en su mayoría llegaron a un acuerdo económico.
Recientemente la junta de vecinos de Limonal Arriba en el municipio de Licey al Medio, donde ocurrió la tragedia el día 3 de octubre del 2020, protestó con una vigilia ante el temor de que puedan reabrir la planta de gas.
Una fuente vinculada a los parientes de al menos ocho de las víctimas informó a elCaribe, que este grupo desistió de la acción penal, luego de acordar recibir un monto de dos millones de pesos por cada fallecido.
La fuga en una manguera, unido a una explosión ocurrida , fue la causa de la muerte de la pareja de esposos integrada por Griselda Padilla y Juan Francisco Santos, sus hijos Crismely Santos Padilla de 12 años y Grisel Padilla de 15 y de su nieto Braylin de Jesús Ulloa Santos de apenas diez meses de nacido.
Víctimas
Entre las víctimas también figura el bombero Juan Francisco Trinidad.
También falleció la pareja de esposos compuesta por Nilson Reyes y Juana Bisonó, y su yerna Yulisa Ortiz, quienes vivían en el residencial El Brisal, a escasos metros de la envasadora de gas. Este último grupo continúa el proceso en los tribunales y espera una condena ejemplar contra los ejecutivos de la empresa Coopegas.
Aunque la envasadora ubicada en la carretera Licey-Tamboril permanece cerrada, Minerva Alejo, presidenta de la junta de vecinos Unidos para Crecer de la comunidad de Limonal, dijo que temen que puedan abrir en cualquier momento, debido a que los ejecutivos de la envasadora solo dieron su palabra verbal y no por escrito.
Piden no reabrir envasadora de gas
Minerva Alejo dijo que han acudido en al menos tres ocasiones ante el Ministerio de Industria y Comercio y que también dan como respuesta que la planta de gas seguirá cerrada. Sin embargo, los comunitarios esperan que esto se haga mediante un acuerdo escrito que ponga fin a la incertidumbre que por más de un año mantienen los moradores de la zona.
MIGUEL PONCE
