Los familiares de José Armando Gil se trasladaron desde San Francisco de Macorís hacia Santo Domingo para participar en la marcha que se organizó este sábado en demanda de que las autoridades aúnen esfuerzos y trabajen más a fondo los casos de las desapariciones en la República Dominicana.
Con carteles en mano y camisetas con la fotografía de Gil, sus familiares explicaron que participan en la marcha porque «quieren ser escuchados».
«Mi tío tiene hoy justamente cuatro meses que no sabemos de él, desapareció justamente faltando dos días para la vela de su papá y aún es la hora que las autoridades no nos dicen nada de nuestro familiar», dijo Marianyi Polanco, sobrina del taxista.
Según cuenta su sobrina, su tío salió a laborar, como de costumbre, se desempeñada como taxista independiente y la última persona que lo vio fue su hijo a las 2:00 a.m.
Detalló que a los siete días de la desaparición de José Armando Gil el carro de este apareció en San Pedro de Macorís y que al saber de la noticia se dirigieron al lugar donde fue encontrado y que al llegar un coronel de apellido Arcona le confirmó que el carro pertenecía a su tío.
José Armando Gil, el taxista que tiene cuatro meses desaparecido. (DANIA ACEVEDO)
Según explicaron familiares del desaparecido taxista, el carro fue localizado tras dos personas intentar venderlo y que estas fueron trasladadas hacia San Francisco de Macorís, pero estas solo estuvieron tres días detenidas.
«De una vez las soltaron sin darnos respuestas a nosotros sus familiares, no nos dijeron que las iban a soltar ni nada, nosotros nos enteramos así y cuando vamos (a la fiscalía), el fiscal nos dice que no puede tenerlos presos porque hay una ley que los ampara», dijo la sobrina.
Aseguró que las huellas de las personas están en el vehículo de su tío y que las mismas fueron sorprendidas intentando venderlo por lo cual no entienden como las autoridades no han hecho nada por apresarlas nueva vez.
«A nosotros no nos dan nada ni del récord de llamadas ni de nada de la investigación, como si fuera que ellos tuvieran escondiendo algo, o como si fue un perrito que se perdió», dijo la sobrina de Gil.
