Finjus y Derechos Humanos deploran crisis por hacinamiento en cárceles del país

SANTO DOMINGO.- La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos CNDH) deploraron ayer la profunda crisis que atraviesa el sistema penitenciario dominicano y el grave hacinamiento que prevalece en las cárceles del país.

Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente ejecutivo de Finjus, y Manuel María Mercedes Medina, presidente de la CNDH, albergan la esperanza de que con la entrada en vigor del Ministerio de Justicia contribuya a la solución de esta crisis.

Los juristas hablaron en esos términos, al respaldar el editorial del Listín Diario de ayer lunes, titulado “la cruda realidad carcelaria”, en torno a la precaria situación del sistema penitenciario del país.

Castaños Guzmán dijo que la reciente aprobación de la ley que crea el Ministerio de Justicia ha sido vista como una «magnífica oportunidad» para abordar el hacinamiento en las cárceles y las históricas deficiencias del sistema penitenciario del país.

Describió la situación actual de las cárceles como una «deuda histórica» del Estado, que a su juicio «destruyó» el sistema al no construir los recintos penitenciarios necesarios a tiempo ni contratar a los agentes requeridos.

Señaló que las autoridades ya poseen un diagnóstico claro sobre las condiciones en las que viven los privados de libertad.

Por esa razón, considera que la prioridad ahora es que el nuevo ministerio, al que se le transferirá la administración del sistema penitenciario, diseñe y ejecute políticas que corrijan esta situación.

Consideró que, con este nuevo organismo, se pueden dar los pasos necesarios para ofrecer una respuesta adecuada y efectiva a la grave crisis carcelaria que enfrenta la nación.

De su lado, Mercedes Medina dijo que el sistema penitenciario cuenta con aproximadamente 28,000 reclusos en unos 42 centros, los cuales tienen una capacidad para retener a menos del 50% de esa población, lo que genera un hacinamiento superior al 70% en las principales cárceles como La Victoria, Najayo, El Seibo, y San Juan de la Maguana.

Estima que la situación se agrava por un «desacato» a las decisiones de los jueces de ejecución de la pena, quienes otorgan el medio libre a algunos reclusos, pero sus resoluciones no se aplican.

Propuso varias medidas urgentes para combatir el problema, como la liberación de presos por multas y fianzas, ya que existen cientos de reclusos que permanecen en prisión por no poder pagar esas penalidades.

Igualmente, sugirió la puesta en libertad de miles de reclusos enfermos, especialmente con enfermedades terminales, los cuales deben ser entregados a sus familias para recibir cuidados fuera de prisión.

Instó a los tribunales a aplicar las seis medidas alternativas a la prisión preventiva, tal como lo establece el artículo 226 del Código Penal, como lo es impedimento de salida, presentación periódica, garantía económica, colocación de grillete electrónico y arresto domiciliario.

El presidente de la CNDH indicó que la responsabilidad del creciente hacinamiento recae en el sistema de justicia, tras acusar al ministerio público de solicitar excesivamente la prisión preventiva y al Poder Judicial de acoger estas solicitudes «con o sin razón».

Mercedes Medina expresó su esperanza de que la próxima entrada en vigor del Ministerio de Justicia contribuya a la solución de esta crisis.

Editorial

El editorial del Listín Diario titulado “La cruda realidad carcelaria” plantea que el sistema penitenciario evidencia una crisis profunda que vulnera la dignidad humana y contradice cualquier principio de justicia rehabilitadora.

“Existen aproximadamente 500 enfermos mentales y decenas con padecimientos terminales hacinados en condiciones infrahumanas”, refiere la nota editorial del Listín, y agrega que la proclamada «humanización de las cárceles» se revela, ante esta cruda realidad, como una promesa vacía.

Roberto Santana, asesor penitenciario del Poder Ejecutivo, y Rodolfo Valentín, director de la Defensoría Pública, han expuesto la magnitud de la crisis en el sistema penitenciario dominicano.

Ambos han deplorado un sistema con graves señales de colapso, caracterizado por hacinamiento, insalubridad, maltratos y alimentación deficiente.

RAMON CRUZ BENZAN / LISTIN DIARIO

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