FRANCIA.- La Copa Mundial consagró a Kiliam Mbappé, pilar de la selección francesa campeona hace cuatro años. Esta vez, el torneo se ofrece como una válvula de escape a las presiones que el astro vive en el París Saint Germain y le da la oportunidad de jugar en la posición que más le gusta.
Para Karim Benzema, el torneo se ofrece como una vitrina para desplegar el talento que lo llevó a ganar el Balón de Oro a los 35 años.
Los caminos de ambos a Qatar no podrían ser más diferentes.
Cuando Mbappé, con escasos 19 años, anotó para Francia en la final del mundial del 2018, pasó a ser el jugador más joven en marcar un tanto en una final desde que Pelé lo hizo en 1958. Benzema ni siquiera había hecho el viaje a Moscú. El delantero del Real Madrid había sido marginado de su selección por un tema extrafutbolístico.
Aunque jugaron juntos en el Campeonato Europeo del año pasado, Benzema estaba recién regresando al equipo y todavía no se entendían bien.
Desde entonces, no obstante, han formado una dupla extremadamente efectiva, marcando seis goles entre ambos en un partido de las eliminatorias del mundial, en lo que el técnico Didier Deschamps describió «como una hermosa noche de fútbol».
Benzema está segundo en la lista de máximos goleadores históricos del Real Madrid con 329 goles.
Y se espera que Mbappé supere esta temporada al gran cañonero histórico del PSG Edinson Cavani, que anotó 200 tantos. Además, ya suma 28 dianas con la selección. Benzema tiene 37, incluidos diez en los últimos 16 encuentros.
Constituyen probablemente el ataque más letal que habrá en Qatar.
Sobre todo si se da a Mbappé la libertad de moverse por donde quiera y no jugar como centrodelantero, como debe hacer en el PSG.
Mbappé prefiere que gente como Olivier Giroud sea el hombre más adelantado, el referente del ataque, y él tener libertad para arrancar desde un poco más atrás o moverse por los flancos.
«Tengo mucha más libertad (en la selección)», comentó Mbappé. «El técnico sabe que tiene un 9 como Olive (Giroud), que se encarga de los defensores, y yo puedo moverme por todos lados, buscar espacios, pedir el balón».
En septiembre, luego de un partido en el que Giroud le despejó el camino para que anotase en un partido de la Liga de las Naciones contra Austria, Mbappé dijo que «con el PSG las cosas son diferentes. Quieren que sea al pivote (centrodelantero)».
Un par de semanas después, durante un empate sin goles con Reims, un confundido Mbappé mantuvo una tensa discusión con el técnico del PSG Christophe Galtier acerca de su papel.
Posteriormente ventiló su frustración en las redes sociales, publicando el sarcástico hashtag #pivotgang en Instagram. En la jerga futbolística francesa, el término «pivote» alude a un centrodelantero que a menudo juega para los demás, de espaldas al arco, como hace Giroud. A Mbappé no le gusta ese papel.
Giroud, no obstante, es un goleador de estirpe y está a solo dos tantos de alcanzar a Thierry Henry, el máximo goleador de los «Bleus», con 51 dianas.
Giroud no tiene asegurada la titularidad. Deschamps podría preferir a Antoine Griezmann, que está jugando de nuevo como en sus buenos tiempos con el Atlético de Madrid.
MUCHO ESTRÉS
Mbappé tiene otras preocupaciones a margen de su posición en el terreno. Hace poco circularon rumores de que no está contento con el PSG y que querría irse al Real Madrid. Dos veces en el pasado se frustró esa operación.
También tuvo que lidiar con versiones de que PSG había contratado a alguien para que manejase cuentas de Twitter falsas en un esfuerzo por denigrar a los medios de prensa hostiles con el club. La fuente de esa versión, Mediapart, sostuvo que dos de los blancos de esa campaña habían sido el ex volante del club Adrien Rabiot y Mbappé, que en algún momento dijo que quería irse al Real Madrid.
Por ello, enfocarse solo en el fútbol durante la Copa Mundial daría un respiro a Mbappé.
El delantero, por otro lado, quiere redimirse tras el fiasco de la Eurocopa.
El mentado ataque de Francia no funcionó bien en el torneo. Benzema anotó cuatro goles y Griezmann uno, mientras que Mbappé no marcó ninguno y falló el penal decisivo en un choque de octavos de final ante Suiza, que se llevó la victoria, eliminando tempranamente a los franceses.
CAMPANAS DE ALARMA
Esa derrota bien pudo haber sido un serio llamado de atención.
Desde el Mundial de 1998, en que Brasil, último campeón, cayó en la final ante Francia, ningún campeón defensor estuvo cerca siquiera de revalidar su título. En los últimos cinco mundiales, cuatro campeones no sobrevivieron a la fase de grupos y tres de ellos terminaron últimos en sus zonas, incluida Francia en el 2002.
Francia integra el Grupo D junto con Dinamarca (semifinalista de la Euro 2020), Australia y Túnez.
LAS LESIONES
Deschamps cuenta con un ataque que es la envidia del mundo, dos excelentes arqueros (Hugo Lloris, que suma 139 partidos con la selección, y Mike Maignan.
Pero Deschamps lidia con problemas por las lesiones de piezas clave en la defensa y el mediocampo
El zaguero Raphael Varane está en duda tras sufrir una lesión en la rodilla con el Manchester United.
Paul Pogba no juega desde abril y acaba de reanudar los entrenamientos con Juventus tras someterse a una operación. No tendrá mucho tiempo para ponerse en forma. Además, se ha visto envuelto en un escándalo por el supuesto intento de un hermano de extorsionarlo, que es otra distracción.
N’Golo Kanté fue otra figura clave se la selección campeona de hace cuatro años, pero el mediocentro de Chelsea se tuvo que operar en un isquiotibial y causará baja por varios meses..
AP
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