El expresidente guatemalteco Otto Pérez Molina (2012-2015) ha sido condenado este miércoles a ocho años de cárcel después de haberse declarado culpable de lavado de dinero, cohecho pasivo y fraude, delitos cometidos durante su Gobierno.
«En el caso de fraude quiero manifestar que efectivamente yo soy el responsable de haber ordenado que se le diera el paso para la construcción de la terminal de contenedores TCQ, esto porque yo estaba consciente de la necesidad que había y que sigue existiendo del tiempo que se tardaban los barcos para descargar y eso le subía el costo a los guatemaltecos», ha declarado el exmandatario en el juzgado, según recoge el diario ‘Prensa Libre’.
«Tomé la decisión y por eso acepto eso, y, si yo cometí una omisión, error o delito, estoy aceptándolo, y lo estoy aceptando porque giré las instrucciones a las respectivas personas que tenían que ver en los puestos para que este proyecto se llevara a cabo, pero en el camino pudo haberse cometido una serie de omisiones, acciones que llevaron a cometer el delito de fraude», ha añadido Pérez Molina.
El expresidente, de 72 años, ha aceptado los cargos para obtener una reducción de la pena, y ha asegurado ser consciente de lo que implica su decisión y que lo hacía de forma voluntaria.
Pérez Molina organizó un sistema de comisiones ilícitas a cambio de adjudicación de contratos y por los que recibió 500 millones de quetzales (unos 60 millones de euros).
EUROPA PRESS