POR DANILO CRUZ PICHARDO.- En los últimos 18 años el suscrito no ha tenido contacto personal con el doctor Guido Gómez Mazara, uno de los pocos políticos dominicanos que reúne cualidades excepcionales, tales como carisma, formación intelectual, capacidad de exposición y valentía. Y desde mi humilde óptica está en su mejor momento.
¿Por qué formulo esta hipótesis? Porque con miras a la contienda comicial que se celebrará en mayo del 24 es el único que tiene el perfil para encabezar la boleta del amplio escenario de centro izquierda que se observa en el espectro nacional, representado por la mayoría de los perremeístas, organizaciones socialistas, frentes de masa, boschistas y esa amplia franja liberal que estuvo en la Marcha Verde.
En 2020 esos sectores sufragaron por Luis Abinader, pero él erróneamente piensa que llegó por Macarrulla, los Vicini y otros segmentos del empresariado, razón por la cual realiza un gobierno al servicio de la oligarquía, como si fuese una continuidad del PLD, lo que provoca que la población esté harta de lo mismo.
Ese hartazgo se produce en los momentos que soplan vientos de izquierda, con el triunfo en Perú de Pedro Castillo, Gabriel Boric en Chile, Gustavo Petro, Colombia y, además, conforme a las encuestas, Lula da Silva ganará en Brasil en octubre.
Meses atrás se pensaba que las elecciones del 24 serían disputadas por Luis Abinader y Leonel Fernández. Es decir, si no se queda Luis vuelve Leonel, lo que da lo mismo a la oligarquía, porque se trata de dos gallos de sutraba. Ni Luis ni Leonel obtienen un solo voto de un dominicano decente.
El panorama ha evolucionado. El crecimiento de Leonel luce estancado, por la campaña de descrédito, el cual podría aumentar con unos expedientes que piensan desempolvar. Y Abinader, en dos años, solo puede exhibir inflación y crecimiento de la deuda externa, mientras la oligarquía se distribuye el botín con los cargos, las playas, el transporte, la energía…
Es posible que a Gómez Mazara se le trate de impedir el paso en el PRM, con el poder del Estado, pero de todos modos están dadas las condiciones para la formación de un frente electoral que aglutine a las clases pobre y media y empresarios liberales.