NUEVA YORK.- El primer ministro de Haití, Ariel Henry, reafirmó que su país tiene derecho soberano a utilizar los recursos hídricos binacionales, tal como lo hace la República Dominicana, al referirse ante la Asamblea de la ONU a la situación con el río Masacre.
En su discurso, dijo que el pueblo de Haití opta por la vía del diálogo y la negociación para poder arreglar de forma pacífica las diferencia dentro del respeto del acuerdo firmado de buena fe en 1929 y en 2021.
UN MALESTAR «INUTIL»
Además, aseguró que en las últimas semanas se ha dado una situación en la frontera que ha generado un «malestar inútil» entre ambas repúblicas.
«Haití no está en guerra con nadie, Haití es un pueblo generoso y solidario que cree en el diálogo y en la posibilidad de compartir de manera equitativa los recursos comunes en un respeto mutuo. No tenemos ninguna intención contra nuestros vecinos con quienes compartimos la isla y con quienes compartimos la frontera», expresó.
Dijo que «la historia nos recuerda a diario que la violencia de un país hermano sólo trae amarguras que se transmiten de generación en generación»
«Quiero decirles el mensaje del pueblo haitiano. El río Masacre ha sido una fuente de fricción histórica entre Haití y RD y nos invita a no volver a resucitar esas heridas ni crear otras», manifestó Henry.
DIALOGO Y NEGOCIACIÓN
El pueblo de Haití opta por la vía del diálogo y la negociación para poder arreglar de forma pacífica las diferencia dentro del respeto del acuerdo firmado de buena fe en 1929 y en 2021.
REITERA PEDIDO DE UNA FUERZA INERNACIONAL
Henry volvió a hacer un llamado al apoyo internacional para combatir la violencia rampante de las pandillas, un elemento de la crisis multidimensional que afecta a su país.
Actualmente grupos armados controlan zonas de la capital, Puerto Príncipe, y algunas ciudades, bloqueando carreteras, expulsando a los ciudadanos de sus hogares y forzando el cierre de escuelas, hospitales y negocios.
La lista «no exhaustiva» de violaciones y crímenes que han cometido incluye masacres, secuestros, pillajes, violencia sexual, trata de personas y reclutamiento de niños, ha afirmado Henry en su discurso.
La inseguridad ha alcanzado un punto crítico en las últimas semanas, provocando una nueva crisis humanitaria, con más de 16.500 desplazados «ocupando espontáneamente» más de 25 escuelas en la capital ha explicado el mandatario, que ha añadido que «la vida diaria del pueblo de Haití es muy difícil».
«Es por eso que el Consejo de Seguridad, que tiene el poder y la autoridad necesaria según el Capítulo Siete de la Carta –de la ONU–, debe tomar medidas urgentes autorizando el despliegue de una misión de apoyo multinacional para apuntalar la seguridad en Haití» ha pedido.
APOYO A LA POLICIA
La fuerza propuesta apoyaría a la Policía Nacional de Haití para derrotar a las pandillas y restablecer la paz y el orden.
Aparte, ha saludado a los países y organizaciones que han expresado compromiso y solidaridad, particularmente Kenia, que se ha ofrecido a liderar el esfuerzo, y el bloque regional CARICOM.
Henry ha dicho que el uso de la fuerza es un primer paso inicial para crear un ambiente para que el Estado vuelva a funcionar.
Sin embargo, ha enfatizado que también se debe abordar el desarrollo social y económico para encontrar una solución a la pobreza extrema que está en el centro de los muchos problemas que enfrenta Haití.
La nación caribeña, que comparte territorio con República Dominicana, ha sufrido grandes conmociones en los últimos años, entre ellos tres terremotos, ciclones y el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, explica la ONU en un comunicado.
AGENCIAS