Varias familias haitianas se han visto obligadas a huir de sus hogares ayer lunes a causa de la violencia de las pandillas ‘400 Mawozo’ y ‘Chen mechan’ (‘Perros Malos’), que continúan en particular en la zona de ‘Plaine de Cul de sac’, en el norte y noreste de Puerto Príncipe.
Familias con niños han abandonado sus casas en medio de este clima de terror, tras escuchar disparos, según testimonios recogidos por la agencia de noticias haitiana AlterPresse.
Protección Civil de Haití advirtió la semana pasada que los enfrentamientos entre pandillas en la zona norte de Puerto Príncipe que ha provocado que cientos de civiles abandonen sus casas, podría aislar la ciudad, cuya zona sur también está controlada por grupos armados.
El Grupo de Trabajo sobre la Seguridad (GTS) de Haití solicitó el jueves «urgentemente» al primer ministro, Ariel Henry, que declarase el estado de emergencia durante un mes, tras los enfrentamientos entre bandas armadas de Puerto Príncipe, que dejaron al menos 20 civiles muertos entre el 24 y el 27 de abril.
En este contexto, la agencia de noticias haitiana advirtió de que la banda ‘400 Mawozo’ que está considerada como una de las más poderosas de la isla, especializada en secuestros de grupos grandes para pedir rescates, estaba operando también en el barrio de ‘Croix des Bouquets’ (en el noreste de Puerto Príncipe), e intenta extender su dominio.
Según informó Protección Civil, centenares de personas se vieron forzadas a abandonar sus hogares debido a enfrentamientos entre las bandas de los ‘400 Mawozo’ y los ‘Chen Mechan’, entre el domingo 24 de abril y este miércoles 27, en los barrios de Butte Boyer, Croix des Missions, Marecage, Mapou, Clercine, Shada y Santo, en la capital de Haití.
El comunicado del organismo también alertó de que una docena de casas fueron quemadas en los barrios de Marécage y Butte Boyer en Puerto Príncipe.
Haití atraviesa una situación de crisis. Desde el magnicidio del presidente, Jovenel Moise, el pasado 7 de julio, la siempre convulsa situación política y económica de Haití se vio aún más golpeada. Pronto el vacío de poder degeneró en una crisis de seguridad, con asesinatos y secuestros a diario, sobre todo en amplias zonas de la capital.
Además, el mandato del primer ministro, Ariel Henry, terminó oficialmente el 7 de febrero, lo que ha incrementado la crisis de legitimidad en el país y los problemas económicos.
EUROPA PRESS