Haitianos huyen de los enfrentamientos violentos entre dos bandas armadas

Varios centenares de personas salieron huyendo de la zona de Martissant y Fontamara, situadas en la entrada sur de la capital de Haití, debido a enfrentamientos entre bandas armadas que han dejado un número indeterminado de muertos y heridos en los últimos días.

Dos poderosos grupos armados, Ti Bwa y Grand Ravine, mantienen una lucha para ganar territorio sin que hasta el momento las autoridades hayan ofrecido información oficial de la situación, aunque los testimonios y los medios de comunicación locales hablan de una docena de muertos y varios heridos.

En su camino, las bandas armadas han prendido fuego a las casas y matado a civiles, sin que las llamadas de auxilio de la población haya tenido respuesta de la Policía por el momento.

Decenas de personas llevan varios días durmiendo en la plaza pública de Fontamara 23 en condiciones inhumanas, sin que las autoridades estatales les presten asistencia, y las redes sociales están cuajadas de peticiones de ayuda para los desplazados hacia otras regiones aledañas.

Uno de los desplazados, Eliphète Jean, narró a Efe por teléfono que “todo el mundo está tratando de escapar. Las bandas armadas avanzan y toman más territorio. En la zona donde yo estaba (Fontamara), todo el barrio se ha vaciado”, dijo.

El joven, estudiante de la Universidad Estatal de Haití, afirmó sentirse “traumatizado”, tras pasar cuatro días atrapado junto a su familia en Martissant.

Las imágenes de personas huyendo y el video de un joven con un disparo en la boca recorrieron las redes sociales durante toda la jornada.

La prensa tiene dificultades para informar, puesto que al acudir a la zona reciben amenazas por parte de hombres fuertemente armados que, incluso, dispararon por encima de sus cabezas.

El Arzobispado de Puerto Príncipe expresó su preocupación por la violencia de las bandas armadas que ha transformado la zona metropolitana de Puerto Príncipe “en una auténtica zona de guerra”.

En un comunicado difundido este viernes, los obispos subrayan que los ciudadanos están “abandonados, sin la ayuda de la Policía o de otra autoridad del Estado”, mientras que “los bandidos hacen la ley y siembran el terror”.

La violencia en Haití continúa en aumento desde hace meses, la acción de bandas armadas aterroriza a la población que, además, está expuesta a secuestros indiscriminados, mientras arrecia la pandemia del COVID-19, con un importante repunte de contagios, y la crispación política es una constante.

En este contexto, las autoridades haitianas anunciaron este viernes que podrían modificar las fechas de celebración del referéndum constitucional previsto para el 27 de junio así como las elecciones previstas para septiembre debido al repunte de casos del coronavirus en el país.

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DL
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