Miami.- La candidata demócrata a la Vicepresidencia de EE.UU., Kamala Harris, dijo este sábado en Miami que hay que votar en estas elecciones, porque «están en juego» todas las cosas que importan, entre las que mencionó el camino a la ciudadanía para los indocumentados y la separación de familias inmigrantes.
Harris tiene previstos para hoy tres mítines en el sureste de Florida, donde el presidente y candidato republicano, Donald Trump, y el demócrata Joe Biden están técnicamente empatados de cara a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
En el primero de esos actos, la primera mujer de color candidata a la Vicepresidencia de EEUU dijo que hay tres razones por las que hay que votar en 2020: por «honrar a nuestras antecesores», porque «todo está en juego» y porque, pese a las dificultades y trabas, «no podemos dejar que nos quiten el poder que da el voto».
«Cuando votamos las cosas cambian», dijo Harris en medio de los bocinazos de los vehículos estacionados en un recinto universitario en Miami, ciudad a la que siguen Fort Lauderdale y Lake Worth en el itinerario de la senadora por California.
Poco más de 100 vehículos con partidarios de Harris y de Biden estaban autorizados a entrar al estacionamiento para participar en este mitin en formato de autocine para evitar contagios de covid-19.
Los automóviles llevaban carteles de la campaña Biden/Harris y otros en los que se leía «Latinas con Biden», «Cubanas con Biden» y «Maestras con Biden», entre otros.
Antes que Harris hablaron figuras del Partido Demócrata en Florida, como la congresista de origen ecuatoriano Debbie Mucarsel-Powell, y otros partidarios de la fórmula demócrata como el chef español José Andrés.
Harris les agradeció a todos antes de empezar a desgranar las diferencias entre Biden y Trump en todos los ámbitos.
Si a Biden le preguntan cómo va la economía piensa en cómo «le va a la gente trabajadora, a las familias trabajadoras», mientras que Trump piensa en «cómo les va a los más ricos», dijo Harris.
La diferencia en lo que tiene que ver con la «injusticia racial» es que Biden no teme abrazar el lema «Black Lives Matter» (la vidas de afroamericanos importan) y Trump «se niega a condenar el supremacismo blanco», como cuando se le preguntó en un debate que fue visto por millones de estadounidenses.
Harris pasó revista a temas como la respuesta a la covid-19, la seguridad social, la educación, el programa que acoge a indocumentados llegados en la infancia y los impuestos.
Este fin de semana previo a las elecciones del 3 de noviembre, el presidente Trump tiene previsto solo un mitin en Florida, que tendrá lugar al filo de la medianoche del domingo en un aeropuerto del norte de Miami, después de un maratón electoral por varios estados.
Además, Eric Trump, hijo del presidente, hará campaña en Florida este fin de semana. Por la parte demócrata, se anunció que el lunes estará en Florida el expresidente Barack Obama para el cierre de campaña.
Los 29 votos del Colegio Electoral (se necesitan 270 para ganar) que obtiene el ganador de las elecciones en Florida bien merecen este esfuerzo final, más aun porque Trump y Biden están técnicamente empatados en este estado.
El domingo 1 de noviembre es el último día para votar por anticipado en Florida, pero la opción del voto por correo está disponible hasta el mismo día de la elección presencial.
Las cifras de votación anticipada y por correo está batiendo récords en este estado generalmente decisivo en las elecciones presidenciales de EE.UU.
Biden lleva la delantera en las encuestas a nivel nacional, pero su ventaja sobre Trump en Florida es mínima, tanto que técnicamente es un empate, según las últimas encuestas.
Hasta hoy han votado por correo o adelantado el 58,97 % de los más de 14 millones de electores registrados activos en Florida, 4,4 millones por correo y 3,8 millones por adelantado, según cifras de la División de Elecciones estatal.
El 39,5 % de esos votantes están registrados como demócratas y un 38,1 % como republicanos, un diferencia que se asemeja a la que muestran las encuestas entre Biden y Trump, insuficiente, si se descuenta el margen de error, para aventurar quien puede ser el ganador y más en un estado que cambia sus preferencias electorales en función de quienes sean los candidatos.
En 2008 y 2012 los floridanos contribuyeron a la victoria del demócrata Barack Obama y en 2016, por escaso margen, apoyaron a Trump, que le ganó a Hillary Clinton por apenas un punto en este estado.
EFE