Cubiertos con tapabocas y a veces con máscaras protectoras, la distancia entre familiares que esperan información sobre sus familiares ingresados se observa en las afueras del hospital Rodolfo de la Cruz Lora, en la comunidad Pedro Brand, dedicado a la atención de pacientes con COVID-19.
Pocos quieren hablar de la condición de sus pacientes al momento de ver medios de comunicación y en ocasiones aseguran que su familiar ingresado tiene síntomas pero que está negativo al virus.
El hospital, ubicado en el kilómetro 28 de la Autopista Duarte, dispone de 57 camas y como en todo centro COVID vive la experiencia de ver salir pacientes fallecidos y recuperados.
Ayer, ante rumores de una alta mortalidad y de preocupación de comunitarios por la gran cantidad de cadáveres que ven salir del centro, su directora, Marlene Valentín, negó esas informaciones y las atribuyó a personas que siempre han buscado hacer daño al hospital y la comunidad.
Familiares de pacientes ingresados allí también aseguraron a Listín Diario no haberse percatado de una situación de esa naturaleza. “Mi madre de 88 años falleció porque hizo una complicación, pero no puedo decirle de muchos fallecimientos juntos, porque no lo he notado”, señaló Francisco de la Cruz, mientras esperaba en la parte frontal del hospital completar el protocolo establecido para la entrega de cadáveres.
Otros familiares de pacientes señalaron que no han visto nada que le llame la atención sobre movimiento de gran cantidad de cadáveres. Una señora que se identificó como María dijo que su padre tiene cuatro días ingresado en el centro y que está mejorando.
DORIS PANTALEON