SANTO DOMINGO.- Un luto nacional que se extiende hasta después del asueto de Semana Santa, más de 15 demandas civiles interpuestas ante la justicia dominicana, múltiples homenajes, encendidos de vela, presentación de proyectos legislativos en búsqueda de reforzar la revisión de las estructuras, personas pretendiendo ser rescatistas y las lágrimas del general Juan Manuel Méndez… ese ha sido parte del saldo que han ido dejando los días subsiguientes a la tragedia del Jet Set.
Ha pasado un mes de aquella fatídica madrugada en la que el techo de ese icónico centro nocturno colapsó sobre aquellos que disfrutaban de una de sus características fiestas de lunes por la noche amenizada en vivo por el gran Rubby Pérez y su orquesta.
Las primeras horas
Pocos minutos antes de la una de la madrugada del martes ocho de abril, el techo cayó sobre los presentes en medio de una canción de Rubby; momentos después, luego de recobrar la conciencia, la gobernadora de Monte Cristi, Nelsy Cruz, logró tomar celular y con asistencia de otro de los afectados por el derrumbe, quien se había podido liberar de los escombros, logró llamar al presidente Luis Abinader para informarle de lo ocurrido.
“Presidente pasó una tragedia, manden ambulancias”, fue lo manifestado por la gobernadora de acuerdo con declaraciones dadas por el presidente Abinader.
Al paso de la madrugada, mientras las autoridades y los equipos de rescate comenzaron a llegar al lugar, las primeras imágenes de lo ocurrido circularon en redes sociales; aun con esos videos y fotos, donde también se mostraba que varias personas lograron salir de los escombros con múltiples golpes y malheridas, la magnitud de lo ocurrido aún no había sido comprendido por la ciudadanía dominicana.
Durante el amanecer del martes la noticia se dispara, poco a poco la angustia se apodera de las primeras personas que llegaron a la zona cero para tener alguna información de sus allegados presentes al momento de la tragedia. Ya antes de que saliera el sol se había confirmado el fallecimiento de Nelsy, quien fue sepultada en su natal Monte Cristi.
“Manita te amo y estoy muy orgulloso de lo que hiciste. Siempre que te veía, había una nueva sorpresa, dónde fuiste, a quién ayudaste, ella me decía aquí nunca se cierran las puertas. Todo el que quiera venir a la gobernación, puede venir. Yo trabajo para el pueblo, y yo veía que ese era su lema, su norte”, dijo entonces entre lágrimas Nelson Cruz, expelotero de Grandes Ligas y hermano de Nelsy, durante el velatorio que se realizó en la sede de la Gobernación de Monte Cristi.
Con el Presidente de la República presente en el lugar y la imagen de cómo había quedado la escena tras el derrumbe, las especulaciones acerca de si habría o no más personas con vida dentro de los escombros era la única conversación que ocurría al tiempo de que más personas se acercaban a obtener algún tipo de información sobre sus parientes y/o amigos.
Las primeras impresiones de los sobrevivientes indicaban que el polvo y pequeños escombros que descendían del techo de la infraestructura, alertaban minutos antes sobre la posibilidad de un derrumbe.
Cecilia Domínguez narró cómo fueron los minutos antes del colapso en la edificación situada en la avenida Independencia del Distrito Nacional.
“Rubby Pérez ya había cantado como 5 o 6 merengues, entonces ahí colapsó como una arenilla (del techo) que cayó en la mesa (encima de las copas en las que bebíamos) y mi mamá salió, le preguntó al seguridad si estaba sucediendo un terremoto o temblor de tierra. Luego, mi mami entró y yo fui al baño, cuando me estaba haciendo fotos escuché (el derrumbe)”, expresó Domínguez.
Otra de las sobrevivientes fue Zulinka Pérez, la hija del popular merenguero, quien narró que los presentes en el espacio de entretenimiento pidieron al intérprete la canción “De color de rosa”, música a la que la hija de Pérez le da voz, pero le pidió a su papá ayuda, debido a que fue sometida a una operación recientemente.
Tras interpretar su parte de la canción, Zulinka volvió al centro del escenario, momento en que todo se desplomó, se volvió polvo y oscuridad para los presentes en la emblemática discoteca.
“Mi esposo se tiró encima de mí y me dijo mami sal, por si todo colapsa el niño no se nos quede solo”, recuerda que le dijo su esposo, también corista de la orquesta. A las 5:36 de la tarde de ese martes, LISTÍN DIARIO confirmó la muerte de “La voz más alta del merengue”.
Ruby fue homenajeado durante una ceremonia realizada en el Ministerio de Cultura, donde sus hijos cantaron y recibieron el calor y cariño, incluyendo a personas desde Venezuela y Colombia, que su padre había creado a lo largo de su trayectoria como artista.
Allí, Zulinka anunciaría que formarían una orquesta llamada “los Hijos de Rubby” manifestando que ese era uno “de los deseos de su padre”; posteriormente fue anunciado que esa agrupación artística hará su debut el 15 de junio con una presentación en Venezuela.
Antes de que se confirmara la información de la muerte de Rubby, la noticia del fallecimiento del expelotero Octavio Dotel por igual enlutaba a la República Dominicana.
Los nombres de Nelsy, Rubby y Dotel son solo tres de la larga lista de 235 fallecidos a causa del colapso, la misma incluye a empleados del Jet Set, empresarios, padres, hijos y hermanos que se encontraban disfrutando de una última canción sin saberlo.
Lo que vino después
Con el paso de los días, la sepultura casi simultánea de la mayoría de las víctimas y las declaraciones entre lágrimas del general Méndez, exclamando que durante sus 20 años como director general del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) este había sido el momento «más difícil».
Mientras la zona cero era convertida en una improvisada área de homenaje a las víctimas con la colocación de arreglos florales, fotografías de los fallecidos, biblias y velones encendidos; el clamor de justicia exigido por allegados, y la población en general era inerte.
Las autoridades dispusieron dos investigaciones, la técnica-forense que está a cargo de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie) y otra a cargo del Ministerio Público.
Mientras esas investigaciones siguen su curso, ante la Fiscalía del Distrito Nacional se han interpuesto al menos 16 demandas civiles en búsqueda de indemnización por los daños causados por el colapso del Jet Set. El sujeto principal de esas demandas es el empresario Antonio Espaillat, quien es el propietario principal de la discoteca, manifestando que el derrumbe se produjo por falta de mantenimiento y sobrecarga en el techo de la estructura.
Espaillat, quien el mismo día de la tragedia emitiría un mensaje audiovisual en solidaridad por lo ocurrido, no apareció ante la palestra pública hasta dos semanas después de ocurrido el colapso cuando fue entrevistado por la periodista Edith Febles para el programa El Día.
Allí, manifestó que se enteró de la tragedia mientras se encontraba en Las Vegas, en Estados Unidos, en una feria de radio y televisión, tras una llamada de su hermana, Maribel Espaillat, quien estaba dentro de los escombros.
Con relación a los señalamientos de qué pudo haber ocasionado la caída del techo, el empresario manifestó que la primera persona que quiere saber qué fue lo que pasó es él; al tiempo que indicó que el lugar contaba con plafones de yeso en el techo que solían caer por acumulación de agua debido a los aires acondicionados. Esta situación se consideraba normal.
Esas declaraciones se realizaban justo cuando testimonios y audiovisuales mostraban cómo se desmoronaban partes del techo y en ocasiones caía agua.
Varios días después de la entrevista, la Dirección de Persecución del Ministerio Público inmovilizó bienes del conglomerado de empresas que pertenecen a Espaillat, tras determinar que estaría realizando acciones para transferir bienes a su nombre, lo cual había sido interpretado esto como una estrategia para evitar resarcir a las cientos de víctimas del desplome de la discoteca Jet Set. Señalamiento que luego fue desestimado por los miembros de la defensa del empresario.
Ese equipo de defensa está compuesto por Jorge Luis Polanco, quien hasta el momento de asumir el caso era el coordinador del equipo de recuperación del patrimonio público; Polanco fue nombrado como el «asesor legal» mientras que los abogados penalistas Miguel Valerio y Ramón Núñez también formarán parte de la barra que representará al empresario durante el caso.
Ha pasado un mes desde ocurrida la tragedia, las investigaciones siguen en la etapa preliminar sin ningún tipo de cargos presentados hacia ninguno de los involucrados; el silencio y la ausencia de personas se ha convertido una constante en la zona cero y algunos se mantienen luchando contra las lesiones sufridas durante la catástrofe y el luto colectivo ha ido desapareciendo.
JAVIER FLORES