❝El tiempo lo madura todo; nadie nace sabio❞. Miguel de Cervantes..
POR BIENVENIDO CHECO.- Una de las cosas primordiales en la política es el tiempo, dicen que «el que llega primero al río bebe agua limpia», dicho en buen dominicano, como todo «un tiguere» el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aplico esa máxima al dedillo, se tiró al ruedo desde temprano en busca de conseguir la nominación presidencial por el partido republicano, fue tan temprano, de hecho, inusualmente tan temprano, que inició su candidatura a la presidencia el martes 15 de noviembre del 2022, es decir con tiempo de sobra para poder absorber todo el vendaval que de hecho él sabía que se le avecinaba, entre los que cuentan sus batallas legales y en tribunales, por acusaciones en varios casos.
Mientras en todo ese tiempo el ahora presidente electo estadounidense, iba creando las bases de apoyo a su proyecto presidencial, y solventando batallas legales, en el ala del partido demócrata se daba por hecho que el actual presidente estadounidense Joe Biden, era la carta de presentación para el primer martes de noviembre de este año por ese partido.
El fallo del partido demócrata al insistir con Biden
Aunque para todo el mundo era más que obvio, que el presidente Joe Biden no estaba en capacidad físico-motora ni mentalmente capacitado ni para ostentar la investidura de presidente de esa nación en este periodo, ese partido siguió adelante en esos propósitos, parecía increíble el ver que un presidente de una de las potencias del mundo, estuviera cayéndose, dando tropezones (hasta para subir al avión presidencial), divagando (hablando solo), le preguntaban una cosa y respondía sobre otra, confundía los nombres de presidentes, de congresistas y aun así, él, su esposa Jill Biden y los jefes demócratas (como en el PLD, con Danilo Medina), insistían con esa náufraga travesía, el clímax de lo ya irreversible, ocurrió durante el debate presidencial organizado por CNN, a finales de julio, con pésima actuación del presidente Joe Biden, quien lucía desorientado en todo momento, (ojo), no fue que Trump se la luciera, de hecho, se pasó todo el debate hablando mentiras, con inexactitudes y las naturales torpezas que le caracterizan, al final de ese SHOW, en la psiquis general quedó plasmada esa horrorosa noche de Biden.
Kamala Harris «Como oveja llevada al matadero»
Ante el abrumador escenario en las filas demócratas, y ante la falta de tiempo para presentar más opciones al electorado demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, fue la única opción disponible para ese partido, y como tal esta fue «coronada», con la nominación a la candidatura presidencial, y el jueves 22 de agosto, ella da su discurso de aceptación a dicha nominación.
El tiempo no le alcanzó a Kamala Harris
Según estudios de opinión, para el mes de septiembre, más del 80% de los estadounidenses encuestados ya había decidido por quién irán a votar el 5 de noviembre, es decir, el denominado voto duro, voto que se cultiva con el tiempo, cara a cara, de forma permanente, tal como lo venía haciendo el hoy presidente electo Donald Trump, mientras la vicepresidenta Kamala Harris, dispuso de apenas 108 días, para «tirarse a las calles», en 108 no se crea un equipo político de entorno confiable ni mucho menos comprometido con una esa causa, máxime en una sociedad machista, misógina y racista.
¿Puede Kamala Harris llegar a ser presidenta de USA?
Mi respuesta es «creo que si», en su discurso de aceptación de la derrota, Kamala Harris dejó abierta una brecha bien grande de sus intenciones de para el 2028 buscar la nominación presidencial demócrata, con este «Concedo esta elección, pero no la lucha que impulsó esta campaña» y “No se desesperen. Este no es un momento para rendirse. Este es un momento de arremangarnos las mangas. Este es un momento para organizarse, movilizarse y mantenerse comprometidos por el bien de la libertad y la justicia y el futuro que todos sabemos que podemos construir juntos”, en buen dominicano, la mujer lo intentará en 2028, y de aquí allá, sí que habrá tiempo.