La Habana suaviza las restricciones por el rebrote de COVID-19

El Gobierno de La Habana anunció este miércoles que suavizará desde el jueves las fuertes medidas que se impusieron durante el mes de septiembre para controlar un rebrote de la COVID-19, entre ellas un inédito toque de queda nocturno y la suspensión del transporte público.

La capital de Cuba comenzará octubre sin el toque de queda nocturno que prohibió la circulación de personas y vehículos entre las 7:00 pm y las 5:00 am, y se restablecerán los servicios y actividades productivas.

El gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, divulgó en una comparecencia televisada la decisión de eliminar, modificar o mantener algunas de las restricciones implantadas hace un mes tras evaluar que su impacto ha tenido un resultado «muy positivo».

Para ello se tuvo en cuenta la tendencia a la estabilidad epidemiológica de los últimos días con el decrecimiento de nuevos contagios y los activos, así como de casos en situación crítica, grave y fallecidos, así como el control de eventos de transmisión local y de focos, según explicó el gobernador habanero.

Precisó que, tras la evaluación de la situación epidemiológica actual de la provincia capital, se decidió eliminar algunas de las medidas restrictivas, y proponer otras en el orden económico y social que aseguren los niveles de producción y de servicios con calidad.

Este miércoles se reportaron 10 nuevos positivos en 9 de los 15 municipios habaneros, una cifra inferior a los 30 casos de la jornada anterior.

LA HABANA SEGUIRÁ CERRADA

Las directivas anunciadas hoy mantienen la prohibición del transporte interprovincial desde y hacia La Habana, las medidas de restricción de salida o entrada a la capital, y sólo podrán viajar las personas que no habían regresado a sus lugares de residencia antes de la aplicación de las medidas más restrictivas.

También contemplan el restablecimiento del servicio de transporte público desde el próximo sábado 3 de octubre al 80 % de sus capacidades y manteniendo las medidas de higiene ordenadas por las autoridades sanitarias.

El gobernador anunció el regreso a su horario habitual de las tiendas y mercados, que ampliarán sus ofertas hasta ahora restringidas sólo a los alimentos y productos de aseo.

A partir de ahora se reactivarán las actividades comerciales utilizando el 50 por ciento capacidad excepto en bares y discotecas, aunque no se permitirán fiestas públicas ni privadas que no garanticen el distanciamiento físico.

Asimismo informó que se autorizará el servicio en las piscinas estatales y particulares al 30 %, y se reabrirán las playas.

Además, las autoridades capitalinas prevén retomar y culminar el curso escolar 2019-2020 y comenzar el 2020-2021 el próximo 2 de noviembre, si la situación epidemiológica lo permite.

En la etapa que comienza el jueves se mantiene el uso obligatorio de la mascarilla, el distanciamiento físico en lugares públicos y centros de trabajo y el control de la temperatura.

RIESGO EPIDEMIOLÓGICO ALTO

El director de Salud Pública en La Habana, Carlos Alberto Martínez, advirtió durante una intervención en el mismo espacio de la televisión estatal que el riesgo epidemiológico continúa siendo elevado debido a la dispersión de los casos y a la existencia de una circulación viral.

Ilustró la tendencia al control al indicar la disminución de los focos desde 192 a los 104 existentes actualmente; de los 17 eventos de trasmisión activos ahora son seis y en nueve municipios disminuye la tasa de incidencia en las últimas dos semanas.

Sin embargo, consideró que «esto no significa que debamos confiarnos» y llamó a elevar la «percepción de peligro» en la población.

La Habana -considerada el epicentro de la pandemia en Cuba- retrocedió de la primera fase de la reapertura a la 0 a causa de los rebrotes de la enfermedad surgidos a fines de julio pasado que obligaron a cancelar el proceso hacia la nueva normalidad post-COVID-19.

EFE

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