La insolencia diplomática haitiana

POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- El Canciller de Hai­tí, señor Jean Vic­tor Généus, decla­ró que el gobierno de la República Dominicana está obligado a consultarle antes de tomar me­didas migratorias con respecto a la invasión masiva de partu­rientas haitianas sobre nues­tras maternidades públicas, que en algunos casos sobrepa­san el 50%.

Contrario a lo dicho por el Canciller de Haití, ni RD, ni ningún estado sobera­no, tiene que pedir permiso o consultar previamente a ningún otro estado cuando va a tomar medidas de po­lítica migratoria, que es atri­bución exclusiva interna del Estado, una función que no puede delegar o mediatizar de ninguna forma frente a otros estados u organismos internacionales.

La realidad es que nin­gún país del mundo acep­ta y tolera que las camas de sus maternidades sean ocu­padas masivamente por ile­gales embarazadas de otro país. Ningún país acep­ta que más del 30% de los partos registrados en el año 2021 sean de extranjeros, como ocurrió en RD.

La invasión de vientre de parturientas de Haití sobre RD es una política fríamen­te calculada por la élite po­lítica y económica haitiana. Por eso han rechazado las reiteradas ofertas de la Co­munidad Internacional de hacer maternidades en te­rritorio haitiano. No quie­ren que sus mujeres tengan sus hijos allá. Las quieren aquí, de forma gratuita. De­jarlas aquí con sus hijos; darles papeles como domi­nicano, educación y salud gratis.

De seguir el ritmo que lleva esta invasión de vien­tres, en 20 años tendremos la fusión de hecho RD-Hai­tí. Ningún país aceptaría eso, pero aquí pasa lo con­trario. Lo aceptamos y es eso lo que alienta a la Co­munidad Internacional a apoyar los planes de fu­sión y a entender que RD puede cargar con los in­mensos problemas de Hai­tí en territorio de RD.

El presidente Abinader ha creado grandes expec­tativas en la población de que, por fin, habrá una po­lítica migratoria definida para frenar la invasión de vientre de Haití en mater­nidades de RD; grandes expectativas sobre el Mu­ro y que aplicará la Ley Mi­gratoria en RD. Pero ha llegado la hora de que esas expectativas se conviertan en realidad con acciones contundentes y firmes.

El Pte. Abinader debe sa­ber que el pueblo tiene in­mensa fe en su sinceridad cuando ha abordado este crucial tema de Haití y los desafíos que representa pa­ra RD. Frustrar esas grandes expectativas sería catastrófi­co para el país y parala pro­pia gestión e imagen del Pre­sidente.

El Canciller de Haití de­be recibir una respuesta di­plomática firme de parte de nuestro canciller Roberto Álvarez, que reivindique el derecho soberano de RD de deportar todo haitiano que esté ilegal en RD, sea ésta una embarazada o no. Y pa­ra ello no tiene que consul­tarle, ni a Haití , ni a nadie. Sólo cumplir con rigor la ley, sin tener que abusar de nadie, como ocurre en cual­quier parte del mundo.

Rechazamos la declara­ción insolente del Canci­ller de Haití. RD debe dar­se a respetar, para que la respeten como nación li­bre y soberana.

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