POR MARCOS SANTOS. – No es de extrañar, tomando en cuenta, por lo sucedido en los últimos meses en la Judicatura de San Francisco de Macorís, sobre todo con los jueces que conocen las medidas de coerción, que a un individuo que esgrime un fusil, dispare, amenace, y todo esto lo haga delante de una multitud de personas, lo manden para su casa con una medida impuesta consistente en garantía económica y presentación periódica, esto es para simplemente llegar a la triste conclusión, de que esos magistrados, con honrosas excepciones, lamentablemente no miden las consecuencias de ciertos actos delictivos, violentos por demás, y exponen a la sociedad a una especie de vulnerabilidad ante sujetos con semejante conducta de índole primitivo y salvaje.
El caso del fusil de Guiza es una sola muestra de la forma ligera que actúan algunos jueces de los tribunales de Atención Permanente del Distrito Judicial Duarte, perdón si solo existe uno, total, da lo mismo, pero por ahí, por esas salas de audiencia, han pasado individuos acusados de abusar sexualmente de menores de edad, solo por poner un ejemplo, y luego del sometimiento por parte del Ministerio Publico, en estos casos de la Fiscalía de San Francisco de Macorís, a estas personas las mandan para sus casas, y sus respectivos procesos judiciales, entran en una especie de letargo.
Es como si le dijeran a la sociedad, que abusar sexualmente de una adolescente, aun con el consentimiento de ella, y hasta de la propia madre, porque una o ambas reciben beneficios económicos por parte del depravado, no es nada pecaminoso, ni mucho menos ilegal.
Caramba, y así queremos adecentar a la sociedad.
Pero volviendo al tema del imprudente del fusil de Guiza, pronto, muy pronto, y ojalá me equivoque, sucederá una tragedia en San Francisco de Macorís de proporciones mayúsculas ante la permisividad de algunos jueces.
No es que pretendamos que todo aquel que sea sometido a la acción de la justicia, se le imponga prisión preventiva como medida de coerción, pero se debe analizar la gravedad de los hechos, y más cuando la sociedad está en peligro, en riesgo ante la puesta en libertad de ciertos imputados.
La fiscal titular de San Francisco de Macorís, Smaily Rodríguez, anunció ante medios locales, que apelará la decisión que favorece al “Guerrillero de Guiza”, y no debo pedir perdón por el calificativo, porque solamente los guerrilleros poseen armas de tan alto calibre, por lo tanto, debemos estar pendientes del curso que tomará dicha apelación.
La justicia debe ser drástica contra los infractores de la ley, y más cuando se trata de delitos, en la cual el marco jurídico impone sanciones ejemplares.
Justamente, un señor del municipio de Tenares, y que ocupa una posición importante en el PRM, hoy está a la espera del inicio de Juicio de Fondo por un caso de Trata de Personas, pero resulta que ese caso inició de manera muy infeliz, dándole libertad pura y simple en el conocimiento de la medida de coerción, y todo sucedió en la judicatura de San Francisco de Macorís.
Fíjense, y cambiando un poquito el tema, hasta dónde llega el irrespeto del PRM hacia si mismo, y hacia su militancia y la ciudadanía, que ese señor, el de Tenares, enfrenta un proceso judicial, con acusaciones muy graves, y ni siquiera ha sido suspendido de manera provisional hasta tanto pase el proceso y se determine su inocencia o culpabilidad.
Mientras tanto, pobre fiscal titular de San Francisco de Macoris, y no es que le tenga pena en lo personal, todo lo contrario, mucho respeto por su loable labor enfrentando el delito, pobres fiscales, pobre fiscalía, que lo tienen trabajando el doble, en la acusación primaria, si vale el término, y luego en la apelación.
Qué barbaridad….
EL AUTOR ES DIRECTOR DE CALLE56.COM