Los incendios que destruyeron «en un abrir y cerrar de ojos» barrios enteros del estado de Colorado, en el oeste de Estados Unidos, se iban apagando este viernes (31.12.2021) con la caída de nevadas que extinguían los últimos rescoldos.
Al menos 1.000 casas quedaron reducidas a cenizas, informó el diario local The Denver Gazette.
Las autoridades de Colorado dijeron este viernes que fue un «milagro» que no se reportaran muertes en un raro incendio urbano que se movió a velocidades vertiginosas a través de pueblos al norte de Denver.
El fuego fue impulsado por ráfagas de viento de 169 kilómetros por hora, lo que hizo que las llamas saltaran sobre las carreteras y barrios enteros el jueves.
Decenas de miles de personas tuvieron que huir, pero por el momento no se tiene constancia de muertes, «un milagro», según el gobernador Jared Polis.
Destrozos descomunales
Los destrozos son descomunales: en las imágenes aéreas se ven calles enteras reducidas a ceniza humeante. A diferencia de otros incendios, estos no se han limitado a las zonas rurales y han alcanzado los suburbios.
«Las familias tuvieron apenas unos minutos para meter todo lo que podían -los animales, sus hijos- en el coche y marcharse», dijo Polis en una rueda de prensa el viernes. Sucedió «en un abrir y cerrar de ojos».
Por la noche las llamas tiñeron de naranja el cielo, atizadas por ráfagas de viento de hasta 160 km/h. Al parecer el incendio fue causado por la caída de postes eléctricos sobre un suelo árido.
Fuego «en mosaico»
El fuego se propagó «en mosaico», de modo que algunos barrios se salvaron mientras las casas de al lado se quemaron, explicó.
ALI NUÑEZ