Los países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) volcaron este viernes su atención en las situaciones democráticas de Nicaragua y Haití.
Estos abarcaron el debate del último día de la 51 Asamblea General del órgano regional.
El encuentro regional, que se desarrolló durante los últimos tres días de manera virtual con Guatemala como sede, concluyó con resoluciones vinculadas precisamente con Nicaragua y Haití, pese a los reclamos de la nación centroamericana.
La resolución contra Nicaragua fue aprobada con 25 votos a favor, uno en contra, siete abstenciones y una ausencia.
Esto, tras ser promovida por Canadá, Antigua y Barbuda, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, República Dominicana y Uruguay sobre «La situación en Nicaragua».
La resolución deplora el caso omiso que el Gobierno del país centroamericano ha hecho a las iniciativas diplomáticas y técnicas emprendidas desde junio de 2018 por la OEA para promover la «democracia representativa y la protección de los derechos humanos» en Nicaragua.
Además, concluye, con base en los principios de la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, que las instituciones democráticas en el país centroamericano «han sido seriamente socavadas por el Gobierno».
En ese contexto, instruye al Consejo Permanente de la OEA a realizar una «evaluación colectiva inmediata» de la situación en ese país, de conformidad con la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, que deberá completarse «a más tardar el 30 de noviembre».
Tras ese periodo, esa instancia deberá tomar las «acciones apropiadas».
LA CRISIS EN HAITÍ
Las naciones que conforman la OEA también aprobaron una resolución sobre «La situación de Haití».
País que vive una crisis política y social durante los últimos meses tras el magnicidio de su presidente, Jovenel Moise, el pasado 7 de julio.
Los haitianos también sufren de un desabastecimiento de gasolina que ha provocado largas filas, aglomeraciones y la suspensión de algunas actividades.
Como el cese de las emisiones de Radio Télévision Caraïbe, la principal estación del país.
El canciller haitiano, Claude Joseph, dijo tras la resolución que su país se encuentra en una situación de «seguridad muy difícil» y que no pueden tener respuesta «eficaz» a las «amenazas» latentes contra sus ciudadanos.
Joseph pidió una «cooperación multilateral» y remarcó que su país busca una «democracia».
Precisamente al respecto de Haití, el canciller de República Dominicana, Roberto Álvarez, advirtió que la situación en el vecino país «ha llegado a un punto dramático» por las pandillas y el nivel de violencia e inseguridad.
Álvarez puntualizó además que «no habrá solución dominicana a la crisis haitiana» y lamentó que «la vida cotidiana» de los ciudadanos en ese país se ha convertido «en una pesadilla».
AGENCIAS