POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- No recuerdo en la historia de RD una decisión institucional más importante y trascendental para la suerte de nuestro país que la elección del nuevo Presidente y Miembros del Tribunal Constitucional el mes que viene.
Esa elección es crucial para RD porque todos los dominicanos debemos saber que los planes de fusión RD -Haití tienen como objetivo central una eventual decisión del Tribunal Constitucional que varíe el Fallo 168-13 sobre Nacionalidad y darle competencia a la Corte Interamericana, que ha ordenado ya, hace unos años, por sentencia, a RD darle la nacionalidad dominicana a todo haitiano que alegue haber nacido en RD.
Es precisamente por la cercanía de la elección de 5 jueces del Tribunal Constitucional, incluyendo su nuevo presidente, que se ha reactivado la campaña internacional alegando supuesta existencia de Apatridia masiva en RD. La ONU y las potencias detrás de la fusión quieren crear una minoría nacional con derechos especiales, con derecho al voto en RD, para poder condicionar la conformación y decisiones de los poderes públicos dominicanos, en materia de nacionalidad, migración y control fronterizo.
Igualmente, poderes extranjeros quieren legalizar el aborto y matrimonio del mismo sexo en RD a través de un fallo del Tribunal Constitucional. Saben que no hay votos en el Congreso para ello; lo quieren lograr con un “palo acechado” desde el TC con su nueva composición.
Por lo descrito anteriormente, existirá sobre el Pte. Luis Abinader y los demás miembros del Consejo Nacional de la Magistratura una responsabilidad histórica muy grande a la hora de sustituir al Dr. Milton Ray Guevara y 4 miembros que salen del TC al haber agotado su período.
Las condiciones fundamentales que, a mi juicio, que deben tener los nuevos miembros del TC y su nuevo presidente, deben ser: Patriotismo, valentía y honestidad a toda prueba. Designar magistrados que no cojan presiones de embajadas ni de ONU, será crucial para la suerte de la República, porque las van a recibir como nunca antes.
Creo que el país debe estar muy alerta. La iglesia católica y las evangélicas deben movilizarse porque es un hecho que los grupos pro aborto lo hacen ya, en pos de intentar, con apoyo de poderes extranjeros, lograr vía decisión del TC lo que no han podido lograr en el Congreso, “solución” ya sugerida por la Fuerza del Pueblo y el Dr. Leonel Fernández hace años.
El país se juega su suerte en el Consejo Nacional de la Magistratura en diciembre con la elección de los nuevos miembros del Tribunal Constitucional.