SAN FRANCISCO DE MACORIS – A excepción del año pasado, y claro está motivado por el tema de la pandemia del covid-19, no hubo movimiento huelgario en la ciudad de San Francisco de Macorís.
En este 2021, a pesar de todavía estamos en medio de los efectos que ha provocado y sigue provocando la ya conocida enfermedad, varias organizaciones comunitarias, no populares, hacen una convocatoria a huelga para el próximo 28 de abril.
Los motivos son los mismos de hace muchísimos años.
Son los mismos de hace más de 20 años.
El hospital regional, la plaza de la cultura, la avenida de circunvalación, la construcción de un mercado municipal, la construcción de la carretera San Francisco-Río San Juan, el encache de la Cañada Grande, y por ahí más o menos anda la cosa.
Si partimos del hecho que esos reclamos datan de mediados o principios de los años 90, simplemente llegamos a la conclusión de que todos esos gobiernos que hemos tenido, no han hecho lo suficiente para el desarrollo de San Francisco de Macorís.
A Joaquín Balaguer, Leonel Fernández, Danilo Medina, y ahora a Luis Abinader, le han reclamado con llamados a huelga en la ciudad del Jaya.
Con relación al presidente Abinader, se podría decir que apenas lleva 8 meses en el gobierno, y que tomó el mismo en el marco de una crisis sanitaria y económica sin precedentes en la historia de la República Dominicana.
Es decir, lleva poco tiempo en el gobierno.
Aunque los reclamos son justos, recuerden que estamos en abril.
Un mes emblemático con el tema de las protestas y las luchas en nuestro país.
La Gesta Armada de 1965, parece servir de inspiración a los convocantes a las ya tradicionales huelgas aquí.
La invasión de los Estados Unidos, justamente un 28 de abril del 1965, es otra fuente de inspiración, sin duda alguna.
La poblada de 1984, con el resultado de cientos de personas muertas a manos de las autoridades, quizás sirvan también de inspiración.
En una cosa vamos a estar claros.
Existen motivos suficientes para protestar.
Quien suscribe está de acuerdo con la protesta, pero no con la paralización de las actividades productivas que provocan las huelgas en San Francisco de Macorís.
Pero ellos dirán (los organizadores), que las autoridades no escuchan, y que el único método efectivo para lograr que realicen las obras, es con una o varias huelgas.
Pero como es costumbre, desde ya escucharemos que “estamos abiertos al dialogo”, “esto es una huelga política”, “la policía garantizará el orden público”, “que los encapuchados saldrán a realizar atracos a diestra y siniestra”, y así por el estilo.
Y el pueblo seguirá con sus carencias, con sus reivindicaciones para un después que nunca termina de llegar.
Ah, casi me olvido del grito de los comerciantes, que en cada huelga “pierden millones de pesos”, como si la gente dejara de comer.
Una persona trancada en su casa, no en una cárcel o en hospital, come más que una lima nueva, oigo decir.
Guardaré este articulo para abril del 2022, y con pequeñas modificaciones se publicará.
Para abril del 2022, programaré un viaje a la playa, o quizás al río, si es que quedan ríos para el año que viene.
Están todos invitados.