PUERTO PLATA.- Una gran parte de los restaurantes o paradas de venta de comidas y bebidas alcohólicas operan con cierta normalidad en comunidades de la provincia de Puerto Plata, Santiago y otros pueblos del Cibao.
Algunos hasta se adelantaron varios días a la conclusión del toque de queda, a pesar de que estaban previstos para entrar en la cuarta fase de desescalada dispuesta por la comisión designada contra el COVID-19. En el distrito municipal de Maimón, donde funcionan la mayoría establecimientos dedicados la venta de pescados y otros productos del mar, sus propietarios abrieron con el protocolo de mantener la distancia en las mesas y el uso de mascarillas.
Aunque en principio solo vendían en la modalidad de recoger y llevar, con la afluencia de personas que llegan desde Santiago y otros pueblos del Cibao, se vieron en la obligación de abrir. Sin embargo, en los restaurantes ubicados en el malecón de San Felipe de Puerto Plata es más limitada la oferta de los restaurantes, debido a mayor presencia de los agentes del Cestur.
En tanto que los hoteles trabajan desde hace varias semanas en la aplicación de los protocolos dispuestos por las autoridades sanitarias y a partir del uno de julio se tiene previsto la reapertura de estos establecimientos para los turistas criollos y extranjeros, mientras abundan las ofertas para comenzar a atraer a quienes hacen el turismo interno.
Aunque con las playas tienen restricciones para los bañistas, en algunas comunidades ciudadanos acuden a estos espacios para disfrutar ante la incesante ola de calor. Las playas más visitadas son la de Teco y Guzmancito.
“Mucha música, tomadera de alcohol, cientos de vehículos y personas en las calles, así como nulo distanciamiento social, fue el escenario que se vivió la noche del domingo, la primera del final del toque de queda que durante más de tres meses rigió en el país por disposición del Gobierno en procura de evitar el contagio del COVID-19”, fue la reacción del comunicador Hugo Gómez Guzmán, en su cuenta de Facebook.
MIGUEL PONCE