POR DANILO CRUZ PICHARDO.- Luis y Leonel formalizaron alianzas, en la contienda del pasado 5 de julio de 2020, en unas doce provincias en los niveles legislativo y municipal. Gracias a ese acuerdo hoy la Fuerza del Pueblo tiene varios senadores.
Se dice, además, que en el tramo final de la campaña, cuando ya Leonel estaba consciente que sus posibilidades de triunfo se reducían a cero, ambos líderes arribaron a otros compromisos, entre los que se cita el no cancelar a peledeístas en caso de Luis ganar
Es la razón por la cual las pocas cancelaciones registradas en instituciones públicas siempre han tenido el rechazo de la Fuerza del Pueblo. Nunca lo ha hecho Leonel directamente, sino Radhamés Jiménez y otros dirigentes.
Ante los procesos judiciales del Ministerio Público, contra familiares y antiguos miembros del entorno de Danilo Medina, involucrados en actos de corrupción pública, el presidente Abinader decidió honrar el compromiso hecho en campaña con Fernández y de esa manera no abrirse dos frentes políticos simultáneamente.
El compromiso se ha honrado y Leonel constituye un poder en la presente administración, a tal punto que la Fuerza del Pueblo se percibe como un refugio de peledeístas asustados. Otros que temen perder sus puestos en el Estado se juramentan con el antiguo presidente.
Abinader, a través de su Ministerio Público independiente, ha contribuido a inhabilitar moralmente a Danilo Medina. Y Leonel Fernández procura convertirse en líder de todos los peledeístas, con miras al lejano 2024, donde buscará por cuarta ocasión la Presidencia de la República.
Mientras esa parte se cumple, el malestar es creciente entre dirigentes del PRM, cuya esperanza de insertarse en el Estado cada vez es menor. Ese es un tema vedado entre funcionarios, por mandato del propio presidente.
El primer pretexto usado por Abinader, en Santiago, fue que el “Estado no es un botín.” Después alegó falta de preparación académica para optar por posiciones públicas.
El día 16 Abinader cumplirá un año al frente del Estado. Es la primera vez en la historia dominicana que alguien llega al poder sin la gente que le dio el triunfo, lo que lleva a muchos a calificar a Luis de ingrato. Los perremeístas y aliados alegan que fueron usados en campaña, pero ignoran el compromiso establecido entre Luis y Leonel.