SANTO DOMINGO.- Mientras el Escogido tratará de buscar un resultado que lo coloque a 27 outs del descorche el Licey llega con urgencia para evitar bordear el abismo y depender de la épica. El cuarto partido de la serie final, que se disputará esta noche en el Quisqueya, puede marcar el desenlace del match entre los eternos rivales.
De las 70 finales que se han disputado solo dos equipos regresaron de un 1-3 para completar la remontada. Los Leones de 1987-88 ante las Estrellas y las Águilas frente a los Gigantes en la 2020-2021.
El método de Montecarlo, el modelo probabilístico que utiliza Beisboldata.com, ve a los Leones salir campeones con un 68.7 % contra un 31.3 % de los Tigres. Pero es pura probabilidad matemática.
Lo saben veteranos añiles como Emilio Bonifacio y César Valdez, como también del lado escarlata, con menos anillos en sus dedos.
«Uno no mira esos récords, al final todavía nos queda un largo camino para ganar esa corona», dijo Albert Pujols en una forma de no perder el enfoque y evitar triunfalismo. «Como profesional tiene que respetar al equipo contrario, ellos tienen un tremendo equipo. Para nosotros es seguir enfocado en lo que tenemos que hacer».
Esta noche, los melenudos apuestan a Phillips Valdez, mientras que los bengaleses saldrían con el zurdo Nico Tellache.
Tras dos primeros choques definidos por la mínima, el tercero dio la primera señal del principal activo que hace que a los rojos se les vea como favoritos. Su ofensiva.
Los dirigidos por Pujols solo anotaron seis vueltas en las primeras 23 entradas que se requirió para definir los primeros dos desafíos, pero en el tercero sus bates respondieron a la altura y lo combinaron con una gran salida de Johnny Cueto más el relevo efectivo de tres hombres.
Un trabajo que permitió a los Leones descansar gran parte de ese bullpen muy trabajado el día de apertura y compensar el día libre que tuvo Rafael Montero, su cerrador.
Licey no enciende
En la cueva azul tienen fresca las remontadas, tanto en partidos de la campaña actual como para obtener el campeonato la edición anterior. Bajo la dirección de Gilbert Gómez, los felinos perdieron los primeros dos partidos de la final pasada ante las Estrellas, pero dieron la vuelta y colocaron la serie 3-2, una que terminaron imponiéndose por 4-3.
Esta vez, ambos equipos llegaron con desempeño parejo ante de un tercer juego que abultó las estadísticas y pueden crear una imagen difusa para leer la serie.
Sin embargo, entre los bicampeones preocupa la respuesta con el madero de titulares como Troy Johnston (14-2/.143), Bonifacio (13-2/.154), Sergio Alcántara (13-2/.154), sin extrabases y con solo dos boletos entre los tres. El Capi ha encontrado a nueve hombres en las bases, pero los ha dejado a todos.
Desde el montículo, ninguno de los tres abridores (Brooks Hall, César Valdez y Radhamés Liz) ha completado las cinco entradas, lo que ha requerido que se recurra más temprano al relevo ya fatigado con ese primer encuentro a 14 entradas.
El poder rojo
En el Escogido entienden que lo visto en el tercer juego (que ganaron 6-0) con el madero es la vuelta a la normalidad. Es la apuesta de una alineación intimidante con hombres como Junior Caminero, Sócrates Brito, José Sirí, Yamaico Navarro, Zoilo Almonte, Héctor Rodríguez y Luis Liberato.
«Ustedes todavía no han visto lo mejor de nuestro equipo. Ahora lo ven, con defensa, buenos turnos, buen pitcheo, el bullpen, todas las noches no va a funcionar, pero para eso es que uno se enfoca», dijo Pujols.
Un equipo que tiene en el banco a un Junior Lake que viene de uno de sus peores round robin (23-4/.174), como al venezolano Wilfredo Tovar, tomado en el sorteo de importados tras el todos contra todos.
NATHANAEL PEREZ NERO