POR MARCOS SANTOS.- A saber, su vida en la política partidista inició en el 2015, cuando su nombre sonó insistentemente como un eventual candidato a diputado por la provincia Duarte por el Partido Revolucionario Dominicano, PRD, en ese entonces aliado al gobernante Partido de la Liberación Dominicana, PLD, cuya administración encabezada por el presidente Danilo Medina gozaba de gran aceptación en la ciudadanía, como de hecho se demostró en las elecciones del año 2016.
No pocos se mostraron sorprendidos, cuando aquel reconocido y famoso empresario del mundo del entretenimiento, decidió aspirar a una curul en la Cámara de Diputados por su provincia, en el entendido de que si era y sigue siendo un hombre exitoso y sobre todo alejado de las triquiñuelas de la política, por lo tanto, las inquietudes al respecto no eran ociosas.
Es probable que su decisión de incursionar en la política partidista, haya sido reprobada por algún familiar o amigo cercano, pero esto entra en el plano de la especulación.
El caso es que para fortuna de San Francisco de Macorís y la provincia Duarte, Franklin Romero, ese hombre bondadoso con el deporte, la juventud, la educación, y los sectores más empobrecidos, se presentó como candidato a diputado por el Partido Revolucionario Moderno, PRM, en el proceso electoral del 2016, resultando siendo el diputado más votado por su demarcación, y del país en sentido general.
Un dato importante, y es que Romero, decidió pasar al PRM luego de la división que se dio en el PRD, un hecho muy conocido en el mundo político dominicano.
Igualmente, aclaramos y eso está más que evidente, que su bondad, su sensibilidad social, no viene “bendecida” con los recursos públicos, si no, más bien con su forma de ser y actuar.
Franklin Romero es un dador alegre, y eso lo saben hasta los chinos de Bonao.
Sin embargo, en este artículo no nos vamos a enfocar en aspectos de su personalidad y de su accionar, si no, más bien por sus aportes al desarrollo nacional y en especial de la provincia que le vio nacer, como su digno representante en el Congreso Nacional.
En apenás un periodo en la Cámara Baja, (2016-2020), Franklin Romero legó al país una de las leyes más importante para el apoyo y soporte para la Cultura en la República Dominicana, como es la Ley de Mecenazgo Cultural 340-19, la cual tiene como finalidad crear los incentivos y herramientas necesarias para promover la creación de empresas creativas y culturales, midiendo el peso y el aporte de la cultura en la economía de la nación.
Esta ley favorece a los artistas, gestores culturales y entidades culturales públicas o privadas que diseñan propuestas que promueven la creatividad y la cultura del país, las cuales deben ser presentadas al Consejo Nacional de Mecenazgo.
Siendo un diputado opositor, y no obstante el PLD en ese entonces dominarlo todo, la voz de Franklin Romero, se escuchó en las Sesiones y las reuniones de las comisiones en las cuales formaba parte, para que el Gobierno morado construyera las obras reclamadas y necesarias para la ciudad del Jaya y toda la provincia.
Como evidencia de lo anterior, cualquier ciudadano puede acceder al portal de la Cámara de Diputados de la República Dominicana, y ahí podrá corroborar los proyectos de Resolución que él sometió para que la administración peledeista construyera el Hospital Regional de Especialidades San Vicente de Paúl, la Avenida de Circunvalación, la instalación del Sistema 911 en la ciudad de San Francisco de Macorís, y la construcción de multiusos, entre otras sentidas demandas de la población en sentido general.
Este congresista nunca se ha cansado de reclamar reivindicaciones para su pueblo y para su gente, y eso lo ha hecho estando en oposición, así como en el gobierno de su propio partido político.
Los datos están ahí.
En un artículo posterior veremos lo que ha hecho como Senador de la República en representación de la única provincia que lleva el nombre del Padre de la Patria Juan Pablo Duarte, los cuales son bastantes y por tanto por falta de espacio es prudente plasmarlo en una siguiente publicación.